Desde las alturas de San Cristóbal hasta las terrazas de algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad, Almería esconde balcones secretos donde el tiempo parece detenerse, regalando atardeceres que se graban en la memoria como una caricia. Si buscas sorprender a tu pareja este San Valentín, aquí tienes los rincones más mágicos para brindar por el amor con la ciudad rendida a vuestros pies.

El final del Cable Inglés

El cargadero de mineral El Alquife de Almería es, además de un emblemático monumento -reflejo de la historia portuaria de nuestra ciudad-, un magnífico lugar desde el que divisar la puesta de sol acunados por la brisa marítima y el olor a sal. Y es que desde 2023, año de su reapertura 50 años después de que se dejase de usar, este trocito de la romántica arquitectura Eiffel en la capital almeriense es un lugar perfecto pasar un momento en pareja mientras se observa la bahía, la Alcazaba o las principales arterias de Almería.

El mirador de las Antenas

Un poco más alejado de la urbe, en el Parque de Cabo de Gata-Níjar, se encuentra un improvisado mirador hasta el que asciende un sendero no apto para todos los públicos. Los alrededores de Aguadulce, muy cerca de la capital de la provincia, disponen de unas vistas privilegiadas sobre las que contemplar tanto la costa almeriense como la pedanía de Roquetas de Mar; un paraje natural que deja la boca abierta a todo aquel que se atreve a ascender por la ruta, combinando así una jornada romántica de senderismo rodeados de la naturaleza con un atardecer espectacular. Cabe recordar que puede ser peligroso bajar del mirador de noche, por lo que, en caso de elegir esta opción, se recomienda ir preparados.

Una mirada desde el Mesón Gitano

Un lugar con mucha historia desde el que admirar el Casco Histórico, el puerto y sobre todo la belleza del Mediterráneo, un espejo donde se refleja el cobre líquido del Mediterráneo. El barrio andalusí, con sus calles estrechas y la Alcazaba como vigía en las alturas, es un ambiente perfecto para sorprender a esa persona especial con algún dato curioso sobre las antiguas cuevas que alojaron el Mesón Gitano mientras el sol se esconde tras el horizonte.

El Ático HO

Desde que abriese sus puertas en 2019, esta azotea se ha convertido en un lugar de referencia para conquistar corazones en pleno centro de Almería. Situada junto a Puerta de Purchena y con vistas a La Casa de las Mariposas por un lado y a la Alcazaba y al recién iluminado Cerro de San Cristóbal por el otro, la terraza HO ofrece, además de una maravillosa panorámica, una gran oferta de cócteles y bebidas elaborados en su 'food-truck', una furgoneta vintage que funciona como bar y atrezzo del espacio. Asimismo, también se puede picotear algún que otro tentempié, como helado o palomitas recién hechas.

Un atardecer con delfines

A las afueras de Aguadulce, junto a las piscifactorías flotantes, se esconde uno de los atardeceres más bellos de la costa almeriense. Con el mar en calma y el horizonte teñido de tonos naranjas y rosados, este rincón ofrece una panorámica única, alejada del bullicio y perfecta para disfrutar en pareja. La magia del lugar no solo está en la puesta de sol, sino en la posibilidad de ver delfines que, con un poco de suerte, surcan las aguas al caer la tarde. Un espectáculo natural que convierte este enclave en uno de los más especiales para despedir el día en San Valentín.

La hora mágica junto a la muralla

El recién restaurado Cerro de San Cristóbal se ha convertido en uno de los mejores balcones de Almería para disfrutar del atardecer. Desde lo alto, la vista abarca toda la ciudad, con la Alcazaba recortándose contra el cielo y la bahía fundiéndose con el horizonte. A medida que el sol se oculta, la muralla árabe adquiere tonos dorados y, con la llegada de la noche, las luces que iluminan el cerro crean un ambiente casi mágico, como si cientos de velas indicaran el camino: un lugar donde la historia y la belleza se dan la mano, perfecto para una cita especial un 14 de febrero.

La terraza del Hotel Catedral

Como su nombre indica, se trata de una amplia terraza en el último piso del hotel que se alza a escasos metros del conjunto catedralicio de Almería. Si bien su horario de apertura en invierno es hasta las 20.00 horas, da tiempo de sobra a disfrutar de la magia de una puesta de sol con un cóctel en un mano y con la otra casi rozando las centenarias paredes de la Catedral: un lugar ideal para seguir enamorando a esa persona que hace revolotear las mariposas de tu estómago.

Vistas desde la Plaza Vieja

El Centro de Interpretación Patrimonial de Almería esconde un secreto que pocas personas conocen. Merece la pena subir hasta la terraza del edificio para pasear por ella contemplando la vista panorámica de 360 grados de la ciudad. Destaca, especialmente, la vista privilegiada del claustro del convento de clausura de las Puras y del skyline de la capital. Es de los pocos lugares en el que una pareja podrá, con bastante probabilidad, disfrutar de su soledad mientras que contempla la puesta de sol, ya que no suele estar muy concurrido.