Lorenzo Silva: "A NY te lleva el deseo de ser la persona que quisiste"
Dirige en EEUU una compañía almeriense de aceinte de oliva y otros productos españoles, Silva Regal, en plena expansión por el país

De visita Pasa unos días en Almería, de donde es el aceite que vende en EEUU.
Vives en Nueva York, donde estás abriedo mercado para un aceite familiar. ¿Cómo te va?
Estoy satisfecho, pero el mundo está en continuo cambio y te tienes que adaptar. No puedes estancarte con un producto y con una idea. Yo soy arquitecto y he tenido que aprender mucho, tanto en tienda como en campo.
¿Cómo es la acogida del aceite de oliva en EEUU?
Tienes que dar con el nicho de mercado. Nosotros estamos en el lujo asequible, es decir, productos gourmet a precio de supermercado. Los modelos de negocio allí son más de volumen que de margen, porque hay mucha rotación. Lo importante es que el dinero se mueva constantemente. En Europa cuesta entenderlo.
¿Los americanos utilizan este producto habitualmente?
Más bien para ensaladas. Pero están abiertos a probar, quieren aprender, y están muy interesados en la dieta mediterránea.
El gobierno estadounidense ha anunciado que pondrá un arancel a la aceituna española. ¿Ha calado mucho el ‘America first’?
Hay un americano cansado de Washington y de la política como una industria, y por otro lado hay un cuarenta por ciento de ciudadanos que siguen votando a Trump y que se quejan de que no le dejan trabajar. El sueño americano se ha roto y están intentando recomponerlo, pero ese sueño es una mezcla de nacionalidades. América ya no es la única potencia del mundo y eso les duele.
¿Cómo es el consumo allí?
Se gasta mucho, viven para consumir, como nunca he visto en mi vida. Por eso funcionan muy bien las ventas en internet.
La escritora Elvira Lindo me decía que en NY el la soledad. es un derecho...
Se va a trabajar mucho y también hay eventos, networking, etc. Estás entretenido. De alguna manera cultivas mucho tu alma porque es un pulso contigo mismo, pues te enfrentas a tus miedos. La competitividad es muy alta. Se dice que en cada esquina tienes una oportunidad y la presión es muy alta. La soledad forma parte de tu vida, es tan real como ir a Starbucks todos los días.
También es habitual decir lo que uno gana o que te lo pregunten.
Sí, pero puedes decir, y yo lo hago, “it´s none of your business” (no es de tu interés). No pasa nada.
¿Qué es lo mejor de esa ciudad?
La energía, las ganas de hacer cosas todos los días. Salir a la calle y que todo esté en movimiento. Es el corazón del mundo. Lo sientes. Es un gran plató donde tú decides lo que quieres ser. A NY te lleva la curiosidad, las ganas de aprender, de ser la persona que siempre quisiste ser. Es una gran experiencia que te puede hacer mejor ser humano. Me gusta ir a pasear por el río Hudson y ver el atardecer. Es una parte muy humana de la ciudad donde desde cierta distancia puedes llegar a ver el lado más vulnerable de la ciudad.
¿Sigue estando presente el 11-S?
Lo siguen mirando con mucha impotencia y frustración, pero sobre todo pena. Ahora es una ciudad más familiar, se ha convertido en un gran escenario para turistas donde la gente se siente parte de una película; esa que todos vimos de pequeños.
¿Los americanos están muy unidos porque se aferran mucho a sus valores?
El único valor es el dólar. Utilizan los demás valores para proteger la moneda. Pero sin duda es un lugar de oportunidades, si trabajas y te esfuerzas.
¿Algún plan recomendable para quien vaya pronto para allá?
El atardecer en el Hudson, que te decía, y un ferry que coges en Wall Street y te lleva a Staten Island y a la Estatua de la Libertad. El Metropolitan. Y la ópera en el Lincoln Center, que me encanta.