La Comisión Europea pone en marcha la “Hoja de ruta hacia los créditos naturaleza”
“Ya es hora de recompensar el impacto positivo de la producción ecológica”

La Comisión Europea pone en marcha la “Hoja de ruta hacia los créditos naturaleza” donde se reconoce el papel clave de la agricultura ecológica en la UE
La Comisión Europea (CE) ha puesto en marcha una «Hoja de ruta hacia los créditos naturaleza», con el objetivo de “incentivar las inversiones privadas en actuaciones de protección y preservación de la naturaleza, y recompensar a quienes emprendan esas acciones e inviertan en ellas”, tal y como explica en su comunicado.
La hoja de ruta propone el desarrollo de “créditos de naturaleza” como una herramienta financiera voluntaria que sirva para recompensar acciones positivas hacia la biodiversidad, especialmente por parte de agricultores, silvicultores, comunidades locales y otros gestores del territorio.
Así pues, este documento considera a la agricultura ecológica como una base válida y reconocida para integrar y simplificar el sistema de créditos de naturaleza. Es decir, los agricultores y agricultoras ecológicos podrían beneficiarse económicamente a través de este esquema, al ser reconocidos por su impacto positivo en la biodiversidad.
Desde SEAE reclamamos que ya es hora de recompensar, económica y socialmente, los múltiples impactos positivos de la producción ecológica. Unos impactos científicamente probados y obtenidos gracias al sobreesfuerzo e internalización de costes del único sector agroalimentario que en la actualidad puede acreditarlo mediante certificación oficial y común en toda la Unión Europea.
Estándares claros y certificación fiable
La CE explica en su comunicado que “los créditos naturaleza representan una inversión en actuaciones positivas para la naturaleza por parte de una empresa, una institución financiera, una entidad pública o un ciudadano, a cambio de beneficiarse de ecosistemas más limpios, reducción del riesgo, mejora de la reputación y mayor aceptación social de sus proyectos. Estas actuaciones pueden adoptar diferentes formas, algunas de las cuales son la restauración de humedales o la ampliación de las zonas forestales en la UE”.
Destaca además que “estas actuaciones positivas para la naturaleza podrán ser valoradas y certificadas por una organización independiente, de manera que ganarán credibilidad los inversores patrocinadores de las actuaciones realizadas por medio de créditos naturaleza”.
En este sentido, hay un reconocimiento explícito a la producción ecológica en la sección 2.2 por su valor ambiental y su potencial como base para certificar acciones positivas para la biodiversidad. Concretamente, se indica que “siempre que sea posible, la certificación debería basarse en los marcos existentes de la UE, por ejemplo el régimen de agricultura ecológica, para minimizar cargas administrativas.”
En la hoja de ruta se señala también que “los créditos a la naturaleza se enfrentan a muchos de los mismos retos que otros sistemas basados en la certificación, como los de agricultura ecológica o eficiencia energética, que comparten el objetivo de identificar y recompensar los resultados medioambientales beneficiosos. A la hora de crear mercados para los créditos de naturaleza, los mercados de carbono pueden ofrecer ideas útiles para diseñar sistemas de alta integridad, resilientes, inclusivos y fiables”.