Diez años han pasado ya desde que una abulense de pura cepa decidió plantar una semilla en tierra ajena, devolviendo a la ciudad lo más preciado que ella conocía: los sabores de su pueblo. Ana Martínez Ocaña nació y creció en Abla, entre frutales y hortalizas, con ese olor a tierra mojada cuando llueve y a verde en primavera. Pero cuando la vida la llevó a estudiar Ingeniería Técnica Agrícola en Almería capital, lo primero que notó no fue un cambio académico, sino algo mucho más cotidiano: “Me di cuenta de que las frutas, las verduras o las mieles... no eran como las que yo conocía”.

Lo buscó en supermercados, en mercadillos, en las estanterías del antiguo Pryca. Lo que encontró fueron verduras y hortalizas, estandarizadas brillantes y perfectas, pero sin sabor, tomates insípidos, mieles adulteradas... “Esta gente no está comiendo las cosas buenas que tenemos en los pueblos”, pensó. Y ahí se encendió una chispa que acabaría convirtiéndose en una red agroecológica que hoy cuenta con 30 socios y una década de vida.

En clase, las cosas no mejoraban. Le enseñaban que cultivar era sinónimo de fertilizantes químicos, pesticidas y monocultivos. “Me enseñaron que para cultivar alimentos había que simplificar los ecosistemas y depender de recursos externos”. Pero en un curso de Agricultura Ecológica, todo volvió a su sitio: “Entendí que se puede producir cuidando el entorno, respetando los ciclos y valorando a las personas que trabajan la tierra”.

Así nació 'La Simiente', un proyecto que empezó como una pequeña tienda en la casa de Ana, se convirtió en toda una productora, y ha acabado siendo una gran comunidad. Porque Ana no solo quiso vender tomates que supieran a tomate: quiso dignificar el trabajo agrícola, devolver la biodiversidad al campo y reconectar a la ciudad con el campo que la alimenta.

Una red que une a quienes cultivan y a quienes comen

En 2018, con esa filosofía ya en marcha, nació la Red Agroecológica de Almería, un espacio colectivo que hoy aglutina a 30 socios entre productores, elaboradores, comercios, entidades y simpatizantes. Su objetivo es claro: promover una agricultura con sentido, local, ética, biodiversa y económicamente viable para los pequeños proyectos familiares.

El proyecto estrella de la red es el Ecomercado de Almería, que cada segundo sábado de mes convierte la Plaza de los Burros en un hervidero de vida agroecológica. Hasta 15 puestos de toda la provincia —desde el Valle del Almanzora al Poniente, desde Filabres hasta la vecina Granada— ofrecen productos ecológicos y de temporada sin intermediarios. 

“Queremos que el consumidor vea quién cultiva sus alimentos, que empaticen con su trabajo y entiendan por qué cada cosa vale lo que vale”, explica Ana.

Allí no hay productos estándar, sino historias detrás de cada huevo, de cada calabacín, de cada mermelada. “No queremos que lo ecológico sea solo un sello, queremos que sea una relación”.

El compromiso sigue creciendo. Actualmente, la red trabaja en un Sistema Participativo de Garantía, para que los consumidores puedan visitar las fincas y ver con sus propios ojos cómo se cultiva lo que comen. También facilitan el contacto entre agricultores para que se apoyen mutuamente, compartan soluciones y refuercen el tejido agroecológico de la provincia.

Y este 2025, toca celebrar. En septiembre habrá una jornada festiva con comida ecológica, música en directo y convivencia. 'La Simiente' cumple su décimo aniversario y reunirá a todas las personas que han formado parte de este viaje.

Porque como dice Ana, “esto va de sembrar, pero también de cuidar. De hacerlo con alma, con respeto, y sobre todo, en red”.