El montañismo en la provincia de Almería vive un momento de gran crecimiento. La afición por el senderismo, la escalada y el alpinismo, entre otros deportes, ha experimentado un auge notable en los últimos años, especialmente tras la pandemia. Y es que los momentos de falta de libertad vividos durante principios de esta década parecen haber despertado en la población ansia y hambre de naturaleza.

Según la Federación Andaluza de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo, hay actualmente 79 clubes de montañismo dados de alta en Almería. No obstante, el auge de esta disciplina no se limita solo a nuestra provincia, sino que ha experimentado un crecimiento a nivel nacional.

Así, la última Encuesta de Hábitos Deportivos en España dictamina que 8.352.402 españoles lo practican, convirtiéndose, según la FEDME (Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada), en el primer deporte nacional.

Buscar la libertad

“Desde la pandemia, la gente ha valorado el tener más tiempo para uno, el salir a la naturaleza, disfrutar el entorno... tener ese espacio abierto”, confiesa Raquel González, presidenta del Club de Montaña Mundoejido, que este año cumple su octavo aniversario. “Surge de una actividad del IMD (Instituto Municipal de Deportes de El Ejido), en el que un grupo de personas que practicábamos senderismo decidimos ‘hacer’ el Mulhacén. A partir de ahí, pensamos en hacer un club”. Ahora, Mundoejido cuenta con 130 socios aproximadamente, que pueden convertirse en 160 de aquí a final de año.

Para todos los gustos

Los deportes de montaña, que para muchos se limitan al senderismo y la escalada, ofrecen todo un abanico de posibilidades: alpinismo, marcha nórdica, barranquismo, carreras por montaña, raquetas de nieve, escalada deportiva... “Hay gente que empieza con el senderismo y luego va probando otras cosas. Al final, el deporte de montaña se convierte en una forma de vida”, confiesa Raquel. 

"Te rodeas de gente que tiene mucha experiencia y vas absorbiendo esos conocimientos"

“Vas probando un poco de cada cosa, te rodeas de gente que practica otras actividades y al final te ves con veinte deportes para adelante”, añade Javier Bueno, miembro del Club de Montaña Indaloaventura de la capital, que considera que la escalada es un deporte que está ganando adeptos por su comodidad. “Vas con el coche a la vía de escalada, escalas dos horitas y te vuelves a tu casa, y también está la opción del rocódromo. El alpinismo, por ejemplo, requiere un sacrificio de pasar doce, trece horas pasando frío con una mochila de diez quilos, además de los madrugones”.

Este club, fundado en 2007, fue creado por un grupo de amigos con el objetivo de compartir y transmitir la pasión por la montaña. “Te rodeas de gente que tiene mucha experiencia y vas absorbiendo esos conocimientos”.

La adrenalina, continúa Javier, es uno de los alicientes para practicar deportes como la escalada. “Cuando lo pasas mal haciendo algo complicado piensas que no vas a volver, pero una vez te ha salido y te relajas quieres repetir al día siguiente”, a lo que añade que, a pesar de la aparente peligrosidad, “conozco a gente que se ha lesionado más jugando al pádel que escalando”.

Un modo de vida

“Los montañeros somos gente muy sencilla. Nos adaptamos a todo, todo es disfrutar, no solamente es una actividad física. De hecho, no concebimos un sendero sin una cerveza después”, confiesa Raquel, y añade: “El montañero que se ve como montañero, el rato libre que tiene es para mirar la ruta siguiente. Lo ve como una forma de vida”.

“Nos gusta de vez en cuando organizar viajes. Hemos estado en Francia, en Italia... Es también una forma de tener metas. Así, durante el año tienes una motivación extra para entrenar”, subraya Javier. Ambos clubes recalcan que recibirán con los brazos abiertos a todos los interesados en este creciente mundo del montañismo.