Descubre las 7 paradas imprescindibles alrededor de un yacimiento milenario de Almería
Un viaje por la historia que te llevará desde la antigua Abdera fenicia hasta la edad moderna

Excavaciones en el Cerro de Montecristo.
Imagina recorrer un lugar donde cada paso te conecta con más de 2.800 años de historia. El Cerro de Montecristo, testigo mudo de la antigua Abdera, abre las puertas a un fascinante viaje a través de las civilizaciones fenicia, púnica, romana y mucho más. Este yacimiento arqueológico, que fue un puerto comercial de vital importancia en épocas pasadas, se convierte en el epicentro de un recorrido histórico que no se limita solo al pasado clásico, sino que se extiende a lo largo de los siglos, revelando las huellas dejadas por cada cultura que ha pasado por la ciudad milenaria de Adra.
A pocos metros del yacimiento, la historia se despliega ante el espectador: la Casa de los Gnecco, con su arquitectura del siglo XVIII, nos habla de la opulencia de una familia de origen genovés que marcó la ciudad. También el imponente Museo de tres plantas donde podremos hacer un recorrido por el legado artístico de la ciudad o el Molino del Lugar, con sus historias de trabajo agrícola y comercio, nos transporta a tiempos más recientes, cuando la economía local floreció a través de la agricultura y la pesca. Y no podemos olvidar los refugios de la Guerra Civil, que bajo la Plaza Vieja nos recuerdan la resistencia de la población durante un momento crucial de la historia contemporánea.
Este recorrido histórico va más allá de las ruinas y monumentos. Desde la majestuosa muralla de Adra, construida por la Reina Juana en el siglo XVI para defender el litoral de los ataques piratas, hasta la Plaza Vieja, centro de poder en la Edad Moderna, cada rincón de este viaje revela cómo las huellas del pasado siguen presentes en la vida cotidiana de la ciudad. Un viaje por la historia de Abdera que se fusiona con otros momentos clave, haciendo de cada parada una invitación a entender un legado que perdura en el tiempo.

Anforas expuestas en el museo Adra.
Estos son los 7 rincones imprescindibles que puedes visitar alrededor del Cerro de Montecristo, cada uno con su propio encanto y significado histórico.
La Casa de los Gnecco
La Casa de la Familia Gnecco, también conocida como la Casa de los Tres Balcones o Casa de los Trenes, es un elegante edificio situado en la calle Rambla del Zarzal, en Adra. Construida en la primera mitad del siglo XVIII por encargo de doña María Teresa Gnecco Costa, miembro de una poderosa familia genovesa, esta casona es un ejemplo destacado de la arquitectura noble de la época. La fachada resalta por su vano adintelado flanqueado por pilastras, su balcón central coronado con el escudo heráldico de la familia, y su alero de canecillos de madera, que refleja la influencia granadina. Este edificio también albergaba un oratorio privado, lo que destaca el estatus social y religioso de sus propietarios.

Casa de los Gnecco en Adra.
El Molino del Lugar
El Molino del Lugar, recientemente transformado en un Centro de Interpretación de la Agricultura, se sitúa en el número 18 del camino Molino Lugar. Construido a partir de 1814, este molino harinero ha sido fundamental en la vida agrícola de Adra, proporcionando alimento y trabajo a numerosas familias a lo largo de generaciones. En el centro, los visitantes pueden conocer la historia del molino y explorar salas dedicadas al ciclo del cereal y al cultivo del maíz, dos elementos clave en la economía de la zona. Además, ofrece un recorrido interactivo sobre la agricultura local y su evolución.

Molino del Lugar Adra.
El Museo de Adra
Ubicado en una antigua casa señorial del siglo XIX, el Museo de Adra ofrece un recorrido por la historia local, destacando las influencias fenicias, púnicas y romanas en la región. Desde su patio, los visitantes pueden acceder al Yacimiento Arqueológico del Cerro de Montecristo. El museo también alberga exposiciones temporales y tiene una sección etnográfica centrada en el Molino del Lugar. Además, en sus salas se pueden apreciar obras de arte español y almeriense, incluidas representaciones vanguardistas y costumbristas.

Museo Adra.
La ermita de San Sebastián
Situada sobre el Monte de Cristo, la Ermita de San Sebastián honra al patrón protector de la peste, con registros de su reedificación en 1680. En su entorno, se han hallado piletas de salazón romanas, que destacan la importancia de la actividad económica de la época. El edificio, de planta de cruz latina y con una estructura sencilla, alberga en su interior imágenes de San Nicolás de Tolentino y la Virgen del Mar. Además, se conservan restos romanos, incluidos lápidas funerarias con inscripciones latinas.

Ermita de San Sebastián.
Los refugios de la Guerra Civil
Bajo la Plaza Vieja de Adra se encuentran una serie de refugios aéreos construidos durante la Guerra Civil Española para proteger a la población de los bombardeos. Estos refugios, excavados en roca de pizarra podían albergar a más de 40.000 personas. Los visitantes pueden explorar este testimonio de la historia reciente, donde se revelan detalles sobre la vida de los abderitanos durante el conflicto.

Refugios de la Guerra Civil en Adra.
La plaza Vieja o plaza de Ortiz de Villajos
La Plaza Vieja, un espacio histórico que data de 1865, fue el centro político, religioso y militar de Adra durante la Edad Moderna. En sus inmediaciones se encuentran restos del antiguo recinto amurallado, como la Torre de Olvera y la Torre de la Vela. La plaza ha sido testigo de la evolución de la ciudad, siendo un punto clave en la historia de la defensa contra ataques piratas. Además, en 1930 se le dio el nombre de Plaza del Maestro Ángel Ortiz de Villajos Cano, en honor al compositor nacido en Adra.

Plaza Ortiz de Villajos Adra.
La Muralla de Adra
La Muralla de Adra, construida bajo el mandato de la Reina Juana en 1505, es uno de los yacimientos más valiosos de la ciudad. La fortificación, que se extendía a lo largo de 475 metros, tenía el objetivo de defender el litoral contra los ataques de la piratería berberisca y turca durante los siglos XVI y XVII. A pesar de que la muralla fue derribada en el siglo XIX para permitir la expansión urbana, la restauración de los restos en 2008 ha permitido preservar este importante monumento, declarado Bien de Interés Cultural.

Torre de la Vela de Adra.
Adra es una ciudad con una rica herencia cultural e histórica, y estos siete rincones son solo una muestra de todo lo que puedes explorar en sus alrededores. Desde el legado romano en el Cerro de Montecristo hasta las huellas de la Guerra Civil, Adra invita a los visitantes a sumergirse en un pasado lleno de historias por descubrir.