Un viaje hacia la identidad y una mirada a cómo afrontar la pérdida
El almeriense Alejandro A. Bolívar debuta en la novela con ‘El vacío huele a tabaco y serrín’ (Nazarí), que presenta este martes en la Villaespesa

El almeriense Alejandro A. Bolívar, con su primera novela.
Fue un momento concreto que vivió junto a su padre el que encendió la idea de la historia. La semilla de escribir una novela llevaba tiempo germinando en su cabeza, pero aquel hecho la hizo brotar. Así nació ‘El vacío huele a tabaco y serrín’ (Editorial Nazarí), una reflexión sobre cómo afrontar la pérdida y, también, una travesía hacia la identidad.
Con esta obra, el almeriense Alejandro A. Bolívar debuta en el género. Este martes 25 de noviembre la presenta, a las 19:00 horas, en la Biblioteca Villaespesa, acompañado por su editor, Alejandro Santiago.
La historia comienza cuando Maria, camarera de hotel en Alemania, regresa a la ciudad española en la que nació cuando a su padre le diagnostican un cáncer. Este hecho la lleva a replantearse quién es y mirar con otros ojos la vida que tiene por delante.
“Es el tema capital de la novela. La muerte de su padre —que es algo que aparece en la sinopsis y no quiero ocultar— está ahí. Pero quería hablar sobre todo de la identidad, de cómo el pasado hace que seamos lo que somos y de qué manera podemos moldear el porvenir”, cuenta Bolívar.
Así, la pérdida del padre de Maria (sin tilde, en una referencia a sus raíces germanas) vuela sobre toda la historia, aunque el corazón de la novela está en el “viaje identitario” de su protagonista, quien aborda “cuestiones de su pasado, su presente y su futuro” y se “cuestiona continuamente” hacia dónde ir.
‘El vacío huele a tabaco y serrín’ tiene un poso autobiográfico, ya que el padre del autor también falleció por un cáncer. “A él le dedico la novela. El camino de María no tiene nada que ver con el mío, aunque hay situaciones que nacen de mi experiencia, de cómo viví su enfermedad”.
Notas y letras
Tras una amplia trayectoria como guitarrista, que le llevó a actuar por toda España y parte de Europa, Alejandro A. Bolívar publica esta novela cuando la música ocupa “un lateral” en su vida, espacio que han ganado la escritura y el teatro (estudia Arte Dramático en Valencia).
“Pero la música, un mundo que conozco muy bien, está muy presente en la historia”, dice. Y no solo por referencias como que el padre de Maria sea guitarrero. “También, y esto lo he reflexionado después, por una cuestión de tiempo y ritmo al escribir que proceden de mi bagaje musical”.
‘El vacío huele a tabaco y serrín’ es un “viaje duro”, con un final inevitable, sí, pero con un halo de “luz y esperanza” por el proceso de autodescubrimiento que implica para María.
De la música al arte dramático
“Quizás llegue una segunda novela, pero antes publicaré seguro una obra de teatro: toda mi energía está puesta ahora aquí, como actor y dramaturgo”, detalla.
Como músico, Bolívar ofreció conciertos y realizó grabaciones con guitarras de Antonio de Torres. También colaboró con LA VOZ, de 2017 a 2018, escribiendo artículos en los que acercaba la música clásica al público generalista.