La inmortal música de Ennio Morricone para ‘Hasta que llegó su hora’, obra maestra de Sergio Leone, no solo nos traslada a un Oeste que comienza a decir adiós, sino que arropa a una dama que, nada más bajar de un tren, descubre que el futuro soñado es un árido presente cargado de incertidumbre.

Una heroína frágil en apariencia, pero de férrea personalidad, cuya profunda mirada esconde la determinación de hacerse respetar en una tierra salvaje, en un mundo de hombres. Una metáfora de la importancia de la mujer en la construcción de una nueva sociedad que, en la pantalla, llevó el nombre de Jill McBain y el rostro, único, de Claudia Cardinale. 

La legendaria actriz, uno de los iconos del cine europeo, ha fallecido este martes en Nemours, cerca de París, acompañada por sus hijos, según su agente, Laurent Savry. Su muerte, a los 87 años de edad, llega justo a la semana de la pérdida de otro de los grandes mitos del celuloide, Robert Redford. 

Nacida en Túnez en 1939 y nacionalizada italiana, Cardinale, con más de un centenar de títulos a sus espaldas, trabajó con maestros como Sergio Leone, Federico Fellini, Luchino Visconti, Mario Monicelli, Liliana Cavani, Werner Herzog, Blake Edwards y Fernando Trueba. 

Películas en las que compartió créditos con intérpretes de la talla de Alain Delon, Marcello Mastroianni, Burt Lancaster, Henry Fonda, Jason Robards, Charles Bronson, Brigitte Bardot, Vittorio Gassman, Alberto Sordi y David Niven, entre muchos otros.

Estrella de brillo internacional, homenajeada por su trayectoria en los festivales de Venecia y Berlín y por la Academia de Cine de Italia, no se dejó seducir por los destellos de Hollywood y nunca perdió su vínculo con la industria europea: aquí trabajó con los cineastas más reputados, pero también con directores jóvenes que confiaron en ella para dar sus primeros pasos.

En su filmografía figuran obras maestras como ‘Rocco y sus hermanos’, ‘El gatopardo’, ‘Ocho y medio’, ‘La pantera rosa’ y ‘Hasta que llegó su hora’, uno de los tres largometrajes que rodó en tierras almerienses.

Por su vinculación con esta provincia, de la que siempre habló con cariño, recibió en 2004 el galardón honorífico Almería, Tierra de Cine del Festival Almería en Corto (antecedente del Festival Internacional de Cine de Almería, FICAL).

“Almería era muy importante para el cine porque se rodaba mucho. Y el género del western estaba muy bien: montar a caballo, llevar revólver”, expresó con motivo de este reconocimiento.

Catorce años más tarde, en 2018, la actriz haría lo propio con el premio Tabernas de Cine que le otorgó el Almería Western Film Festival. “Estoy muy contenta de volver a conectar con los paisajes de Tabernas, que lógicamente me evocan una música muy especial”, señaló entonces.

Esta visita coincidió con el medio siglo de ‘Hasta que llegó su hora’. “Tabernas es muy importante porque hace cincuenta años del rodaje con Sergio Leone, por eso es muy importante para mí estar hoy aquí. Este premio se lo voy a dedicar a él. Y sí, volvería a Tabernas a rodar una nueva película si me lo ofrecieran”, confesó.

Y si con motivo del rodaje del operístico wéstern de Leone se dejó ver por La Dulce Alianza y participando en una mesa petitoria de la Asociación Española contra el Cáncer en El Zapillo, a su regreso el homenaje en Tabernas, paseó junto a su hija Claudia Squitieri por el casco histórico de Almería y tomó café en otra terraza del centro.

Sus tres películas en Almería

A los tres años de compartir pantalla en la célebre ‘El gatopardo’, de Luchino Visconti, Alain Delon y Claudia Cardinale volvían a coincidir en ‘Mando perdido’ (Mark Robson, 1966), cuyo reparto principal completaba Anthony Quinn. 

Un drama bélico ambientado en Indochina y Argelia que se rodó en localizaciones de nuestra provincia como Adra (La Albufera), Almería (la Plaza Vieja, La Chanca, el Cerro de San Cristóbal, la Plaza Flores y otras calles del casco histórico), Tabernas (El Cautivo y El Búho) y Viator (la base Álvarez de Sotomayor).

Dos años después, Claudia Cardinale se convertía en la gran heroína del wéstern rodado en Almería en ‘Hasta que llegó su hora’ (Sergio Leone, 1968), en la que dio vida a Jill McBain, uno de los grandes personajes femeninos de la historia del cine del Oeste.

Filmada en parte en Tabernas, donde se levantó la gran casa roja (hoy convertida en el Poblado Western Leone) que centra muchas de las secuencias, la italiana encabezaba un elenco (y así aparecía en el cartel, con su nombre en la cúspide) donde brillaban Henry Fonda, Jason Robards y Charles Bronson. 

El recuerdo de ‘Hasta que llegó su hora’ latía en la producción búlgara ‘Twice Upon a Time in the West’ (Boris Despodov, 2015), tercer filme de Cardinale en Almería, que de nuevo la trajo hasta Tabernas.

En esta ocasión, se interpretaba a sí misma en un curioso juego metacinematográfico: en busca de descanso, regresaba a los lugares donde rodó con Leone para descubrir que los poblados del Oeste estaban en crisis, lo que la llevaba a emular el carácter de su heroína para salvarlos.

Un filme inédito en salas comerciales españolas en el que coincidió en pantalla con el actor y productor almeriense Francisco Conde.

“Tengo unos recuerdos fabulosos de Almería. A mí siempre me ha gustado el peligro y he sido un poco loca. Hacía yo misma los efectos especiales de aquellos filmes, sin doble”, contó por entonces en una entrevista  al diario ‘El Mundo’ con motivo de su paso por el festival de cine de Egipto, donde recibió un premio honorífico por su trayectoria.

Con la muerte de Claudia Cardinale se apaga una estrella del celuloide y el mundo pierde a una mujer de carácter, libre y rebelde, que destacó por su compromiso social y por plantar cara a los reveses de la vida.

Por fortuna, el cine la mantendrá eterna y siempre nos dará la oportunidad de recordarla como la irreductible Jill McBain de ‘Hasta que llegó su hora’, la irresistible Angelica de ‘El gatopardo’, la seductora princesa Dala de ‘La pantera rosa’, la desdichada Aida de ‘La chica con la maleta’, la inspiradora musa felliniana, también llamada Claudia, de ‘Ocho y media’ y la cómplice Lea de ‘El artista y la modelo’.

Los festivales almerienses la recuerdan

Javier A. García, presidente de la Diputación de Almería, institución que organiza FICAL, ha mostrado en nombre de la corporación provincial su pesar por la pérdida de la actriz y traslada sus condolencias a familiares y admiradores. 

“Su excelente trabajo en ‘Hasta que llegó su hora’ hará que Claudia Cardinale siempre permanezca en nuestro recuerdo como una de las actrices que hicieron posible la gran historia del cine en Almería. El premio Almería, Tierra de Cine fue el reconocimiento que la provincia le brindó a su carrera y su relación con nuestra tierra. Descanse en paz”, ha escrito.

Asimismo, Almería Western Film Festival, evento que impulsa el Ayuntamiento de Tabernas, ha querido recordar el paso de la actriz por su edición del año 2018. 

“Deja un legado imborrable, no solo por su extraordinaria carrera, sino por su generosidad, su amor por el cine y su vínculo con nuestra tierra, Tabernas, que siempre recordará su presencia con cariño y admiración”, recoge un mensaje publicado en redes sociales.