Microteatro baja el telón
El proyecto, que contaba con tres salas y un bar, desaparece en menos de un año a causa de los “laberintos administrativos”

‘Pase lo que pase’, con Dita Ruiz y Fernando Labordeta, fue una de las primeras obras del Microteatro.
Microteatro Almería no ha podido celebrar su primer año de vida. Inaugurado el último fin de semana de enero, este espacio que aunaba cultura y gastronomía en pleno centro de la capital -en la calle Conde Ofalia, a escasos metros del antiguo edificio de Correos- ha cerrado sus puertas, con lo que desaparece una oferta recibida con ilusión en el mundo cultural. La fórmula (obras que no superaban los quince minutos y que se representaban en salas pequeñas ante un aforo reducido) había funcionado muy bien en otras ciudades españolas y daba la oportunidad de mostrar el talento de autores y actores locales.
Según algunos socios del Microteatro con los que ha podido hablar LA VOZ, las causas del cierre hay que buscarlas en los “laberintos administrativos” que no favorecen “la implantación de nuevos modelos de negocio culturales en el centro de Almería”.
Tal y como explican, la administración hace “cumplir leyes y ordenanzas” aunque éstas pecan de “parciales e injustas”, ya que no ayudan a los jóvenes que quieren emprender ni tampoco facilitan que prosperen en la capital apuestas como la del Microteatro, capaz de “generar cultura, trabajo y una oferta diferente de ocio”.
Los responsables subrayan que la voluntad de las autoridades siempre ha sido la de “ayudar” pero han chocado con “leyes y ordenanzas contradictorias” que han “cerrado el paso” a esta aventura.
A lo largo de estos once meses de vida, Microteatro Almería quiso ofrecer al público una nueva manera de “ver y hacer teatro” que suponía una “experiencia completamente diferente” a la de acudir a una sala convencional. Este concepto, que triunfa en el circuito alternativo de Madrid, se presentaba con un envoltorio exquisito: un espacio de dos plantas que reservaba la superior para un bar cafetería y la inferior para las representaciones teatrales.
El local, que comenzó su andadura abriendo de jueves a domingo, contaba con tres salas diseñadas para las funciones: ofrecía sesión de tarde, una sesión ‘golfa’ con obras de carácter más adulto y arriesgado y también propuestas infantiles que tenían lugar los sábados y domingos por la mañana.
Asimismo, en la planta superior el público que visitaba el bar podía contemplar exposiciones de pintura y fotografía que se renovaban cada mes.
Talento local
Los responsables de Microteatro Almería quisieron apostar por fomentar el “talento local”. Por eso, desde el primer momento contaron con dramaturgos, actores y directores almerienses, que podían remitirles sus textos a través de su web.
Cada mes se programaban nueve piezas, tres por sesión, y la temática iba cambiando: el dinero, el futuro o los principios fueron algunos de los temas que latían tras los textos.
Microteatro ha permitido de esta manera que el público haya descubierto obras como ‘Como dos extraños’, de Julio Béjar y Jesús Herrera, una de las más aplaudidas, o que hayan actuado en su tierra actrices como Magda Salinas, Mar del Castillo o Marta Vazgo, cuyas trayectorias vitales y profesionales las mantienen alejadas de Almería.
En este tiempo, Microteatro Almería ha tenido dos etapas distintas. Tras permanecer cerrada en septiembre (mes que sus socios dedicaron para cerrar una nueva gestión para el bar), la sala volvió a ponerse en marcha en octubre. Esta reapertura quiso ser explotar la zona dedicada a la restauración todos los días de la semana, al margen de si había programación o no.
Ahora, Microteatro echa el cierre con la duda de si volverá a levantar el telón en otro rincón de Almería.