Las escuelas  artísticas de Almería son las auténticas protagonistas de la cultura almeriense. De ellas han nacido los fenómenos culturales más sólidos, siendo esta una particularidad no siempre reconocida por la sociedad ni por las instituciones. Más allá de esa inexplicable realidad, lo cierto es que las escuelas artísticas almerienses saben encontrar entre ellas espacios de colaboración interesantes que no sólo generan determinadas formas de fusión, sino que, de alguna manera, escenifican un reconocimiento mutuo  y desarrollan una saludable empatía entre ellas.

Así sucedió semanas atrás en la Escuela de Arte de Almería (EAA), dentro de la actividad organizada por el Departamento de Modelismo de Indumentaria que dirige  Pura Delgado Hernández.

En esta iniciativa se dieron cita los alumnos de esta materia, junto con alumnado del Conservatorio Profesional de Danza Kina Jiménez y los aspirantes a toreros de la Escuela Municipal Taurina de Almería (EMTA).  Indumentaria, toreo y danza en tres movimientos que partió de la liturgia del mozo de espadas componiendo la silla con el vestido de torear, que es ese rito propiciatorio que precede a la tarde de toros.  Santi Milán, mozo de espadas de Ruiz Manuel, matador de toros y director de la EMTA, representó ese momento iniciático en el que las prendas que componen la indumentaria del torero son desenfundadas y preparadas en la silla. Para subrayar la profundidad emocional de la escena sonaron con inspiración la guitarra y el violín de Antonio de Quero y Anamar  de Quero.

Después, Ruiz Manuel explicó la importancia del vestido en la vida del torero y, en general, la dimensión casi mística de todo lo que tiene que ver con el momento de prepararse para ir a la plaza.

Historia

La profesora de Historia del Arte, Matilde del Moral, impartió después una clase sobre el origen y evolución del vestido de torear y  sus influencias en los diseñadores y las tendencias actuales en un recorrido que combinó estética y antropología a partes iguales.

El colofón de la actividad sintetizó buena parte de sus objetivos. Alumnas del Conservatorio, dirigidas por la profesora de Flamenco Isabel Guirado, interpretaron una farruca acompañadas por la voz de la cantaora y profesora acompañante del centro Sonia Miranda, con el también profesor Francis Hernández a la guitarra. Los partenaires fueron los alumnos de la EMTA en traje campero, que torearon de salón junto a las bailarinas siempre a compás, con la muleta y el capote. Los vestidos de las bailarinas eran diseños de María dolores Martínez.

En el nacimiento de esta actividad ha influido otro artista almeriense y profesor de Fotografía de la EAA, Antonio Jesús García, conocido por su amplia trayectoria como fotógrafo taurino.