“Lo tengo casi decidido. A no ser que descubra algo insólito, será mi último libro de este tipo. Por eso he querido sacar todas las historias y no dejarme nada en el tintero. Despedirme a lo grande como homenaje a esos testigos que han confiado en mí estos años y a esas personas que me siguen”.

Alberto Cerezuela (Almería, 1982) llega a la entrevista con una sensación extraña. Está feliz porque su cuarto libro acaba de ver la luz. Pero al mismo tiempo se le ve nervioso quizá por la trepidante semana de presentaciones que tiene ante sí. O tal vez porque hay algo en todo esto que le sabe a una irremediable despedida.

Con su último título -que llegó a las librerías el viernes y ya ocupa el primer puesto en la lista de los más vendidos-, el autor da por cerrada la saga del misterio que inició en 2008 con ‘Enigmas y leyendas de Almería’. A éste le siguieron ‘La cara oculta de Almería’ y ‘La Almería extraña’. “Siento que se ha agotado un poco este campo y no quiero encasillarme. Quizá tome otro camino. Haciendo novela no me veo, aunque sí escribiendo otro tipo de ensayo o de investigación relacionada con la historia”, asegura.

En su cuarta obra, ‘Almería, secretos y misterios’ (Círculo Rojo, 2014), el presentador y escritor Christian Gálvez, autor del prólogo, le anima a dar el salto nacional. “También tengo en mente hacerlo, pero especializándome en algún fenómeno. Centrarme en algo que me llame e ir buscando casos por toda España”, reflexiona.

400 páginas
Mientras Alberto decide qué camino tomar, los lectores devoran las 400 páginas de su libro divididas en siete capítulos: ‘Fantasmas y casas encantadas’, ‘La Almería legendaria’, ‘La Almería sobrenatural’, ‘La Almería ovni’, ‘Enigmas’, ‘La Almería extraña’ y ‘La Almería negra’. “Hay gente que me ha dicho que es el que más le ha gustado. Personas que dicen que he dotado de sentimientos a los personajes, de modo que se identifican más. Asimismo, hay quien asegura que es más literario y la verdad es que son historias que llevan ahí mucho tiempo y he podido invertir bastante en escribirlas”, indica.

Otro aspecto clave en el éxito de Cerezuela es que su pericia investigadora abarca buena parte de la geografía provincial. La capital, Sorbas, Bédar, Abla, Paterna del Río, Carboneras, Zurgena, Albox y Huércal de Almería son algunos de los municipios que sirven de escenario a los relatos de su último volumen.

No en vano, el joven investigador inicia mañana una intensa gira de presentaciones que sólo  esta semana lo llevará por Almería (miércoles 12 de noviembre a las 20.30 horas en la Escuela Municipal de Música y Artes), El Ejido (jueves 13 a las 21 horas en el Gran Hotel Victoria) y Vera (viernes 14 a las 20 horas en el Casino). “También iré a Albox, Roquetas, Oria, Viator, Berja y Adra”, afirma.

Un personaje, una historia
Si Alberto Cerezuela tuviera que quedarse sólo con uno de los personajes de su nueva obra, ese sería Adriana García, una joven de 18 años que fue asesinada en 1926 durante un baile en el Casino de Almería. “Este personaje me ha atrapado, aunque su historia me llegó de una forma un tanto atípica. En una de las excursiones que antes hacía con la Biblioteca Villaespesa, una señora mayor me entregó unos documentos que resultaron ser un informe escrito a mano por el abogado Plácido Langle, padre del arquitecto Guillermo Langle, en el que contaba el juicio por el crimen de esta chica. Al parecer el autor fue un antiguo novio despechado que apenas pasó tiempo en la cárcel”, cuenta.

Si tuviera que elegir una historia, esa sería ‘La dama blanca del monasterio’ en la que se narran sucesos inquietantes acaecidos en el Santuario del Saliente de Albox. “Me he trasladado allí en reiteradas ocasiones y he notado una energía especial. En ciertas partes te sientes muy bien y en otras los pelos se ponen de punta. Existe una habitación espeluznante donde se ponen los exvotos en la que hay vestidos de novia, mechones de pelo, ecografías, fotos... Y luego en las habitaciones de la hospedería, en especial en la número uno, los huéspedes han sufrido pesadillas y dolores de cabeza o se les ha aparecido una mujer o una niña”, explica.

A pesar de haber dedicado los últimos seis años a escribir la crónica negra de Almería, Alberto Cerezuela nunca ha sufrido ningún desvelo a causa de los testimonios que ha oído. “Ahora soy más escéptico. El misterio te busca, no puedes provocarlo. Lo único que me ha robado el sueño es estar a la altura de plasmar los sucesos tal y como ocurrieron”.