Las fiestas del Casco Histórico en honor de su patrón San Antón, llegaron a su fin en la mañana de ayer con diversos actos, para honrar y darle culto al patrón, que organizaron conjuntamente la Parroquia de San Juan y la Asociación de Vecinos Casco Histórico.

Los cultos religiosos comenzaron a mediodía con la celebración de la Eucaristía, presidida por el párroco y vicario general de la Diócesis Tomás Cano, mientras que la imagen de San Antón se encontraba junto al altar para la posterior procesión.En la ofrenda, como es habitual, los vecinos, sobre todo niños y jóvenes entregaron rabicos y dulces, que luego serían subastados en la Ermita.

En el transcurso de la celebración religiosa intervino el Coro Armonía, dirigido por Julia Casa Mayor.
Al término de la misma el presidente de la Asociación de Vecinos Casco Histórico Juan del Águila, entregó un aplaca de agradecimiento por la intervención  del coro.

A continuación, comenzó la procesión por las calles del barrio con la imagen de San Antón portada en andas desde la Iglesia de San Juan, iniciando el cortejo la cruz parroquial portada por el joven Gabriel González.

En el cortejo figuraban directivos de la asociación vecinal y el párroco Tomás Cano, mientras que el acompañamiento musical de la Banda de Música de San Indalecio de La Cañada marcaba el tono festivo de la jornada. Tras recorrer varias calles del barrio con participación de numerosos vecinos, la imagen de San Antón llegaba a su Ermita, desde donde fue trasladada el pasado viernes. Los portadores de las andas colocaron la imagen del santo en la puerta de la Ermita, mientras  que desde  una tarima instalada junto a la puerta, Tomás Cano, dirigió unas palabras a los vecinos sobre el significado de estas fiestas y procedió a la bendición de las mascotas, de todo tipo, que llevaron niños y mayores, en medio del entusiasmo y la algarabía de siempre.

Por último, el periodista Alfredo Casas, procedió a la subasta de los rabicos y de los dulces, así como del pan de aceite, bizcochos y roscos fritos, aportados por los feligreses. La recaudación de la subasta estará destinada a la restauración de la Ermita de San Antón, que se sumará a otros donativos que los vecinos seguirán realizando.