La Voz de Almeria

UD Almería

Joaquín Amérigo: familia mía

Comenzamos juntos esta bonita aventura y Canal Sur nos pudo unir pero no di el paso

Joaquín Américo con el micrófono de la Cadena SER que siempre ha sido su casa.

Joaquín Américo con el micrófono de la Cadena SER que siempre ha sido su casa.La Voz

Tony Fernández
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La vida no le ha dado hijos pero tuvo al mío en los brazos en su bautizo y lo ha guiado por el mejor camino en Canal Sur. Ha sido un buen padre para Carlos y tenía que ser el quien me diera la peor de la noticia. Me llamó a las diez y cuarto de la noche. Yo dormía, soñaba. El despertador puesto a las 5 de la mañana esperando y una voz entrecortada que me dice: “Te tengo que llamarte, ya sé la hora que es, pero se ha muerto Joaquín Amérigo”.  

Estaba ‘reventao’ del fin de semana y los ojos se me pusieron como platos y el ordenador a un paso para escribir, pero ya lo había subido Álvaro Hernández a la página web. Me vino a la memoria nuestros inicios en la profesión. El ‘Señorito’ que formaba nuestro triángulo. Nuestra última comida en El Puntazo y aquellos viajes por España y las noches de hotel cuando yo que era el conductor dormía y tu te dabas una ‘vueltecica’. Ah, Juanjo Moreno era el ‘Señorito’ porque iba a los campos en taxi y tu eras el ‘Cuadriculao’. Yo tenía otro mote pero no me lo decían. Vaya par de...

Tanatorio Mediterráneo

  • Joaquín está en el Tanatorio de Huércal donde llegaba de madrugara
  • La Misa será en la capilla del Tanatorio Mediterráneo a las 20:30 horas
  • La comunicación almeriense pierde a uno de sus referentes
  • Vivía la profesión con enorme pasión y le ha fallado el corazón
  • Con María lanzaba todos sus proyectos y su modelo de vida

Yo era el mayor de los tres. Juanjo empezó en La Crónica con el mítico Diego García Morel. Joaquín iba mutando por las emisoras y escribía en la prensa y nos conocimos por los campos de tierra cuando yo era colaborador de José Miguel Fernández en Radio Juventud de Almería. Lo de ‘Cuadriculado’ no era con maldad. 

Pasaba que había que tener capote en la profesión a la que llegábamos los tres sin ser periodistas y Joaquín era muy recto y claro y no pasaba una. Lo que nos hemos reído en esos largos viajes por España. Y que conste que Juanjo iba en taxi porque no madrugaba como tú para que te recogiera en mi coche. Ha sido perder a un ser querido o más, porque nunca necesitamos vernos para querernos y respetarnos.

Joaquín Amérigo en agosto de 1989 cuando aterrizaba en Canal Sur.

Joaquín Amérigo en agosto de 1989 cuando aterrizaba en Canal Sur.La Voz

Si el Patio de Radiocadena hablara

Cuando me pusieron al frente del deporte siempre estuvo a mi lado ya que vivía a la espalda de la emisora en la Plaza Granero y antes del programa y después, hablábamos de la actualidad, algún café rápido en ‘El Paso’ y a Saveres, porque yo era pluriempleado. Íbamos ganando espacio entre los maestros del periodismo de Almería asistiendo los tres a buenas escuelas. Juanjo saltaba a LA VOZ y Joaquín mutabas por las emisoras, pero siempre coincidíamos los tres en los partidos y llegamos a formar un equipo para toda la vida.

Nos veían los locutores de la radio con aquellas camisetas de los 80 como un poco raros. Yo estaba casado y él soltero con algún compromiso que no se dice y en las conversaciones de coche me contaba que me había creado mala fama entre los compañeros: “porque no le das los teléfonos a nadie”. 

Antes, tener el teléfono de alguien no era fácil y me dijo ‘El Pajarero’ mi director. “Niño teléfonos a nadie. Que se busquen la vida”. Yo tan obediente lo hacia, pero a Joaquín y a Juanjo se los pasaba siempre. Sabíamos la vida y la obra de los futbolistas porque éramos de la misma edad que ellos y me ‘chivaba Joaquín ‘las noches rojiblancas’.

Manuel Arroyo nos quiso juntar en Canal Sur

Fue Joaquín el que me avisó sobre las intenciones de la Radio Pública de Andalucía. Yo estaba en Radio Almanzora en Albox y el había dado ya el paso. La idea era formar un buen equipo en Almería. No tardaba en llegar la llamada y Manuel Arroyo me dio todos los detalles del contrato y el dinero a percibir. Tenía que renunciar a 50.000 pesetas al mes pero ese no era el problema. 

Se lo dije a Joaquín: “No somos periodistas de carrera y si nos piden el título…”. Había muchos comentarios en mi emisora sobre mi categoría profesional y hasta me llamaron ‘intruso’ por no ser periodista y ejercer. Me rajé y llamé a Joaquín y luego a Manuel Arroyo.

Joaquín Amérigo se sentía en la SER como en casa y nosotros en Canal Sur.

Joaquín Amérigo se sentía en la SER como en casa y nosotros en Canal Sur.La Voz

Nunca me lo perdonó. Lo siento. Lo sabía toda Almería que íbamos a Canal Sur pero como le dije en nuestra última comida en Mojácar me daba miedo que nos pidieran el título y yo era Maestro Industrial en Electrónica. Tenía una niña y ganaba más en Radio Almanzora, aunque ese no era el problema. 

Ángel Acién formó una bonita pareja y los he seguido siempre a los dos. Manuel Arroyo me animó hasta el límite pero me daba miedo no ser periodista cuando en aquel tiempo ya empezaba la ‘titulitis’ y pese a tener un año más de carrera que un periodista no me fiaba.

Aquellos viajes con Melero y Roque Criado

Nuestra amistad iba en aumento a medida que crecían nuestros equipos con aquellas liguillas de ascenso por España viajando juntos para radiar los partidos. Nos llevábamos a Juan Melero y a Roque Criado unas veces en mi coche y otras en el de Canal Sur, y oliendo a puro habano de Melero nos reíamos y sufríamos cada derrota. Para dormir siempre juntos y en función de si conducía yo nos dábamos la ‘vueltecica’ juntos o me acostaba temprano. Cuando se ponía de copiloto para darme conversación se dormía a los 5 minutos. Un ángel mi Joaquín.

Bautizo de Carlos y nuestra última comida en Mojácar

Al día siguiente de nacer Carlos jugaban en Miramar el Adra de Lucas Alcaraz y el Mármol Macael y nos fuimos en mi coche a radiar el partido y luego a Torrecárdenas. El bautizo fue más una tertulia deportiva que una celebración con invitados como Floro Garrido, Melero, Criado, el padrino, Rafael Mezquita y ‘papá’ Amérigo que tuvo en sus brazos a Carlos

Fue en el Torreluz en aquel ‘Piano Bar’ y lo pasamos bomba. Mi hijo lo ha querido como a un padre y ha aprendido mucho de Joaquín. La última vez que comimos juntos fue en Mojácar en El Puntazo. Terminamos a la hora de la cena. El a pecho descubierto y confiado y yo con mis miedos. Le dije “si me pasara algo cuida de mi niño que esta profesión es complicada”. Y tu me adelantaste lo que ahora sé: “El Carlos es muy bueno. Te da mil vueltas”. Y sentí una paz enorme porque Joaquín Amerígo como el decía “tonterías las justas”, y si le ibas de frente y con la verdad: te abría su inmenso corazón. Sabe Joaquín que le pido a Dios no tener que enterrar a los míos y me ha fallado. No le des mi número de teléfono a nadie allá arriba. Que eres capaz.

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