El triunfo del Almería en el estadio de Gran Canaria deja un poso de confianza a todos los niveles con vistas al ascenso a Primera. Queda mucho por hacer, pero las sensaciones son las mejores viendo como el equipo manda y marca los tiempos de los partidos, con la lección bien aprendida y jugando como se hace en la categoría. Ya no se depende de un goleador y se ha mejorado atrás a base de solidaridad y unión dentro y fuera del campo. Defendiendo todos y atacando con flechas por los extremos, se daba una imagen de poderío que debe servir de agente motivador para el vestuario y dar confianza al entrenador. Ya no solo son los más caros: empiezan a ser muy buenos.

Jugando como sus rivales y con el plus de calidad de la plantilla se puede ganar en cualquier campo por complicado que sea el rival, ya que en las 7 jornadas celebradas ningún equipo le ha pasado por encima al Almería y sus jugadores muestran crecimiento y no han tocado techo. Rubi acierta con el once y con los cambios, y todo parece más sencillo hablando de tu a uno de los grandes ante su afición y sometiéndolo en el terreno de juego. Nadie echa en falta a un goleador porque el caudal ofensivo permite que lleguen los tantos desde cualquier posición. Ya no se descubre el equipo cuando ataca y se ha ganado en equilibrio hasta sin Lopy en el once titular. Sobra la calidad y el compromiso.

No se hizo nada todavía, pero las sensaciones son las mejores con vistas a lo que se avecina en una temporada que promete, porque muchos de los jugadores no han explotado todas sus virtudes y en el campo se destila solidaridad que en esta categoría tan igualada hace ganar partidos. Se ha pasado página de la victoria en Gran Canaria y toca Riazor donde espera otro de los candidatos a Primera que compite con más de 30.000 aficionados en la grada.

La solidaridad también gana partidos

El sistema de juego no lo va a cambiar el entrenador y su propuesta valiente la lleva en el ADN, pero hay que tener presente que con esto se contaba la pasada campaña y no daba para subir. Faltaba lo que ahora se ve en el terreno de juego con futbolistas más ‘baratos’ pero más implicados en la tarea y sabiendo a qué se juega en Segunda. Para ganar en Las Palmas hay que proponer y el Almería lo hizo desde el minuto uno de partido quitándole la pelota al rival y llegando al área contraria con intención. Dejó en la primera mitad su portería inmaculada y a Andrés Fernández sin trabajo.

La defensa está definida y en la medular se optaba por Dzodic ocupando mucho espacio junto a Gui Guedes y Sergio Arribas que se dedican más a la construcción de jugadas. Jonathan Viera no estuvo cómodo en el partido y tenía la pelota donde no hacía daño, cumpliendo la medular rojiblanca con el guion establecido. Las flechas que llegaban por las bandas ponían buenos centros y uno de ellos acabó en gol de Arribas. Luego, todos a remar siendo solidarios en el campo y ayudando al compañero. Nada de ingenieros y albañiles como en etapas anteriores.

La unión del vestuario va a ser la clave

Los entrenadores siempre quieren tener a sus futbolistas contentos y para ello reparten titularidades, minutos y buen rollo, pero un vestuario sano o podrido depende de los futbolistas y han sido ellos los que han dado un paso al frente. La victoria ante el Sporting ha sido el punto de inflexión que se necesitaba para que todos fueran de la mano y el entrenador lo va a tener más fácil viendo como en la sala de máquinas todos son una piña. No se puede tener contenta a toda la plantilla porque solo juegan once, pero algunos han salido desde el banquillo mejores futbolistas como Selvi Clua.

No les quema la pelota y no se asustan de los grandes escenarios. El estadio de Gran Canaria exige mucho a los rivales del equipo Pio Pio y el Almería siempre se mostró cómodo en el partido sabiendo su plan de choque para ganarlo haciendo de Las Palmas un rival asequible al que perdonó con ocasiones de gol para haberse llevado una victoria más holgada. No le gustó salir del campo a Sergio Arribas y eso delata sus ganas de ayudar al equipo. El partido lo pedía y manda el entrenador. Un enfado olvidado con los tres puntos que se fueron al casillero del que lo merecía a tenor de lo que se vio en el encuentro.

Es la plantilla más cara y la más implicada

En el partido de Las Palmas jugaban dos equipos sobrados de euros y muy cotizados en eso que ahora se llama valor de mercado. Todo se sabe en Segunda y es el Almería el equipo más valioso como también lo era la campaña anterior, pero con la salvedad de ser sus futbolistas de un corte diferente y “facilones” a la hora de ayudarse como dice su entrenador. Hay mucha calidad en todas las líneas y en las 7 jornadas disputadas han sido mejores que sus rivales hasta en los partidos con derrotas. Racing y Valladolid no merecieron tanto premio frente a un buen Almería.

Si hay calidad de sobra. Si son los más caros de la categoría y si se emplean como en Gran Canaria todo apunta a que esta temporada el ascenso no se escapa. Es pronto para decirlo pero hay virtudes que no se encuentran en el mercado, y las ha encontrado el Almería desde la unión de su vestuario que se proyecta en el campo viendo a los jugadores más implicados que nunca y solidarios en el esfuerzo. Ya tiene claro el guion de partido y lo desarrollan a la perfección sin importar el nombre del titular ni del suplente. La plantilla ha dado un paso al frente.