Todo nació de la amistad de dos grandes del fútbol. Una estrella que jugó en el Real Madrid y un internacional en las categoría de base con Chus Pereda, coincidían con sus hijos y entre desayunos viendo la forma de trabajar de los equipos de Murcia, decidieron pasar a la acción. Sus hijos iban a entrenar cada día y ellos que habían sido profesionales notaban que faltaba conocimiento, clases de formación, y no se lo pensaron. Decidieron montar una escuela de fútbol y la bautizaron con sus nombres futbolísticos. En Murcia decir Cholo o Moñino son palabras mayores y aquello se les disparó. Los padres los buscaban para que enseñaran a sus hijos a jugar a la pelota.

Cholo, salía en los cromos del Real Madrid y Real Murcia, entre otros grandes de España y a Moñino no le quedó un club de la Región donde no jugara. Hasta los 38 años bajo los palos y llevando a su hijo al colegio primero y a la escuela después, nacía el mejor de los alumnos de la ‘Cholo y Moñino’. José Ángel Ruiz López es un burgalés de 63 años y José García Moñino un murciano de pura cepa nacido hace 66. Ellos, en el Olimpic Club de Murcia empezaron a formar equipos y siendo entrenador nacional desde los 27 años, Moñino tuvo una idea brillante: los lunes y martes se iban a dedicar solo a preparar a los porteros de la escuela y de los clubes de la Region de Murcia.

Un modelo de trabajo innovador

Toda la Región de Murcia conocía a Moñino de su etapa en la cantera del Real Murcia y su salto a la Selección Española de la mano de Chus Pereda, para luego ir pasando por todos los clubes del Grupo XIII de la Tercera División. Acabó harto de paradas a los 38 años y se metió a bombero y se encuentra felizmente jubilado y busca entre las cajas de fotografías imágenes de una década de clases de fútbol del bueno. Moñino fue pionero en el trabajo específico de porteros y Cholo iba más a nivel de equipos. Su hijo, Javi García, fue el primero de los alumnos. Se iba corriendo la voz por la Región y los clubes les mandaban a sus porteros para que los puliera.

Llegó antes Fernando de la mano de su padre Ginés, del que dice Cholo era “una bella persona porque los dos porteros del Almería además de grandes profesionales son muy buena gente. Quiero que lo pongas bien claro”, dice, y recuerda cuando debutaba Andrés en Primera con Osasuna en Almería siendo muy joven con su hijo Javi García compartiendo vestuario. Dice Moñino que fueron diez años maravillosos enseñando todo lo que el fútbol le había dado. Finales de los 80 y comienzos de los 90 cuando “íbamos inventando cosas nuevas para que los niños aprendieran de verdad y no fueran solo a pasar la tarde. Nos sentimos orgullosos de aquella labor.

El alumno aventajado salió al Real Madrid

Hoy Cholo sigue dando clases de fútbol en su escuela ligada al Plus Ultra, pero Moñino ha colgado el título de entrenador y recuerda como si fuera ayer como: “Mi hijo Javi antes de firmar por el Real Madrid solo había jugado en nuestra escuela”. Para los fundadores aquello fue un premio porque iban saliendo niños muy buenos que recibían una educación deportiva y unos valores humanos que se transmiten gracias a profesores de tan alto nivel. Los padres se implicaron en aquella escuela y se iban multiplicando. La salida de un niño de la escuela al Real Madrid disparó el proyecto.

Las estrellas de la ‘Escuela Cholo y Moñino’

Se podía hacer una extensa lista de porteros pero nos vamos a quedar con los dos del Almería que no llegaron a jugar juntos por tema de edad. Fernando llegaba antes y luego Andrés Fernández. Uno salió como el mejor portero de base de la Región para firmar por el Murcia Deportivo y lanzar su carrera. “Era buenísimo y un ejemplo para todos en el equipo”. Desde el Rincón de la Seca llegaba un Andrés Fernández que siendo mayor iba dos categorías por delante. No le dio tiempo a que se lo llevara un club porque ambos estuvieron tres años y siendo el padre militar lo destinaron fuera de la península y nos dejaba para volar por el fútbol. Fernando y Andrés Fernández siempre jugaron en equipos con niños de mayor edad. Otra genialidad de Moñino.

“Hemos aportado al fútbol tres futbolistas de Primera División y otro profesional como Alberto Ortal, grandísimo portero. Hay clubes que llevan toda una vida trabajando y no lo logran”, comenta con orgullo Moñino que no olvida el estreno en Primera de Andrés, “Precisamente con mi hijo Javi en Almería los dos con Osasuna. Se había lesionado el segundo portero y viajó. En la primera mitad expulsaron a Ricardo y entró al partido”. Dos alumnos de su escuela en el mismo equipo y en la élite. Eran días de gloria para Cholo y Moñino, ahora abuelos felices que no dejan de seguir a sus niños porque: “El Almería ha firmado a dos bellas personas y grandísimos porteros”, terminaba el profesor Moñino buscando fotos por los cajones de casa. Gracias, Maestro.