El Málaga de Manolo asusta
Manolo Gaspar es el Monchi de la Segunda División

Manolo Gaspar es el Monchi de la Segunda División.
Mucho cuidado con el Málaga. Manolo, “me asusta” con un equipo bien confeccionado y con la cantera como pilar básico. Dice Anquela que a los futbolistas del Málaga “se les conoce a todos menos a los que te la pueden montar, los canteranos”.
Es el próximo rival del Almería un león dormido. Una fiera que se tiene que despertar porque el Málaga no es de Segunda y como el fútbol es cíclico, que decía Juan Rojas, me da la sensación que han retomado la ilusión por diseño de plantilla y compromiso de la afición.
El Málaga le cae bien a todo el fútbol español y en la Liga Profesional tiene su peso, por ello, mucho ojo con este Málaga que no va de farol y ha conseguido una plantilla ‘apañá’ que diría su director deportivo. Manolo Gaspar.
Postjeque
Para hacer la digestión del jeque se necesitaba gente de la casa. Hombres comprometidos a los que les duele el Málaga y uno de ellos nacido en la barriada de El Palo ha sido el principal impulsor.
Manolo desde la humildad y el trabajo ha logrado convencer a los futbolistas para que firmen en el Málaga sin mirar atrás. Les ha pedido compromiso y se han implicado. Todo un acierto.
Plantillón
Manolo Gaspar no tiene el dinero que maneja el Almería pero con ese salero de El Palo ha convencido a grandes jugadores para que fichen por el club de La Rosaleda.
Con los números en la mano para no pasarse ni un solo euro ha logrado una plantilla que seguro va a animar la competición con esa mezcla justa de experiencia y canteranos en explosión.
Infraestructura
El Málaga es un gigante en Segunda. Lo tiene todo para estar cómodamente en la Liga de Las Estrellas y a poco que le salgan las cuentas volverá con fuerza a la Primera.
Se está despertando una fiera que gobierna un ex-jugador del Almería. Manolo, le ha dado mucho al club de su tierra pero lo mejor está por llegar.
Es el Monchi de Segunda cuadrando cuentas y haciendo que el Málaga gane dinero.
Menudo es Manolo.
¡Me asustas!