Los futbolistas no escuchan. Lo saben todo y no aprenden. No les gustan las charlas y prefieren jugar a entrenar. No estoy descubriendo América pero cada día tengo más claro que el entrenador es esclavo de sus futbolistas: siempre.

Todos los entrenadores profesionales están preparados y conocen bien el oficio y las diferencias están más en el mensaje que en enseñar sus conceptos. es más un buen gestor que un maestro para unos jugadores que llegan aprendidos a los clubes.

Hoy en la LFP todos saben latín y desde que son juveniles los jugadores dicen saberlo todo: como para llegar Fran Fernández ahora a enseñarles a jugar al fútbol.

He visto grandísimos entrenadores y a los mejores jugadores que han pasado por Almería y la diferencia entre el éxito y el fracaso ha sido la actitud de la plantilla ante el mensaje del entrenador.

No les queda otra a los técnicos que transmitir, ponerlos a punto, y que se ganen partidos. Solo esto, porque los jugadores saben mucho y escuchan muy poco.

Buen estado físico, acertar con la alineación y los cambios y ganar partidos. Está todo inventado.

El Almería debe de aprovechar su inercia de sumar en 5 jornadas consecutivas para asegurar la permanencia en la Segunda División sin pasar apuros.

Esta puede ser la receta de la abuela para el entrenador del Almería.