El consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía aborda en esta entrevista, precedida de otra en la Cadena SER en plena Feria de Almería, los principales asuntos del inicio del curso político en la provincia y en la comunidad.

Ya ha empezado la agenda política en Andalucía. Ni siquiera esperan al 1 de septiembre.

Andalucía no se para y nosotros desde el Gobierno de la Junta tampoco.

¿Y el nuevo curso?

Va a ser interesante e intenso. Acabará con la celebración de las elecciones autonómicas. Unos comicios a los que Andalucía llegará con los presupuestos aprobados. Esto es fundamental, ofrece seguridad, estabilidad y favorece el crecimiento social y económico. Algo que no parece interesar al Gobierno de España que lleva dos años sin Presupuestos Generales del Estado. Esto, por mucho que se disfrace, es sinónimo de parálisis. Tenemos en España un Gobierno que no gobierna, un presidente que no gobierna sólo resiste. Y esa resistencia no es la de todo un país, es una resistencia personal. Difícilmente se avanza así. Sin presupuesto no hay seguridad, no hay estabilidad. Las únicas cuentas que parecen interesar a María Jesús Montero son las que permiten al presidente Sánchez ‘pagar’ apoyos a sus socios.

¿Alguna pista sobre cómo va a ir el curso en Andalucía?

En primer lugar, tengo que decir que Andalucía es de las pocas comunidades autónomas que puede presumir de tener todos los años aprobado el presupuesto en tiempo y forma.

Ahora estamos inmersos en la elaboración de las cuentas de la Junta para el año que viene y así dotarnos de un documento que nos permita afrontar los retos que tenemos por delante como sociedad, es decir, seguir mejorando los servicios públicos, hacer de esta tierra una tierra más amable y mejor en la que vivir, pasar la vacaciones, invertir o estudiar.

¿Cómo afronta el nuevo curso político como consejero de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural?

Tenemos tarea y, en realidad, no se para nunca. Empieza el curso, sí; pero es un curso continuista. Seguimos trabajando sin parar en obras hidráulicas bajo el prisma de planificación, inversión y ejecución. Necesitamos más agua, poder embalsarla, conducirla y utilizarla allí donde hace falta. Apostamos fuerte por el agua desalada y la regenerada; y por llevar esta última hasta las comunidades de regantes. Echamos de menos, es ya una constante en esta legislatura, que el Gobierno de Pedro Sánchez, el de la candidata María Jesús Montero, esté a la altura y haga aquellas obras que tiene pendientes en Andalucía y que suman 118, de las que 20 están en nuestra provincia. De hecho, Almería es, después de Huelva, la provincia donde más infraestructuras ha dejado en ‘visto’ el Gobierno de España después de haberlas prometido y vendido como obras de interés general.

Además de agua, el sector agrario andaluz se enfrenta a un año fundamental en el que, todos, tenemos que remar juntos para que la PAC diseñada en Bruselas y que va a suponer una importante merma de recursos para los agricultores y ganaderos andaluces, se revise. No aceptamos ni pérdida de fondos, ni que los fondos que garantizan la soberanía alimentaria (ahí es nada) de Europa se mezclen con otros, ni que estos puedan ser dirigidos desde el Gobierno de España sin contar con quienes están en el terreno. Tenemos que rebelarnos frente a esta propuesta que en nada se parece a lo que el comisario europeo vino a contarnos hace unos meses.

Tenemos asuntos de sanidad vegetal y animal a los que hacer frente y, sobre todo, tenemos proyectos que pueden resultar muy interesantes y seguir situando Andalucía y Almería en la cabeza de las exportaciones agroalimentarias.

¿Son buenos esos datos?

Andalucía ha cumplido el primer mejor semestre desde que se tienen datos homologables en lo que a exportaciones hortofrutícolas se refiere. Se han alcanzado los 5.052 millones de euros entre enero y junio y lideramos el ranking nacional español acaparando el 41% de las ventas de frutas y hortalizas de España al mundo. Y en este escenario óptimo, Almería lleva la voz cantante y ha logrado un récord de ventas histórico: 2.518 millones de euros, representando el 50% del total andaluz y un crecimiento del 15,5% respecto al mismo periodo del año anterior.

Son, como ve, datos muy buenos y lo son gracias al esfuerzo de todo un sector que se enfrenta a diario con un nuevos retos y desafíos. No es fruto de ningún milagro y sí del tesón, sacrificio, talento, innovación y apuesta de una tierra que es agrícola por encima de todo.

¿Cree que se dan las circunstancias para agotar la legislatura autonómica?

El Gobierno andaluz está en plena forma. Esto no quiere decir que todo esté hecho. Al contrario, el Gobierno de Juanma Moreno se ha caracterizado desde el primer día por detectar los problemas y buscarles solución. Algunos son más complejos que otros, pero no cejamos en el intento porque nuestro objetivo es mejorar la vida de quienes viven en esta tierra. Otra cosa es que el presidente del Gobierno andaluz entienda que es el momento de adelantar unos meses los comicios para no andar mareando a los ciudadanos con varias convocatorias a las urnas en apenas semanas o meses. Ya lo hemos vivido y hay que ser más serios con la ciudadanía, con las empresas, los inversores, con todo el mundo.

¿Anticipará el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, la convocatoria de elecciones generales?

Eso sólo lo sabe él. Pero como le decía hace un momento, España y Andalucía necesitan un gobierno que esté a lo que tiene que estar. Es decir, un Gobierno que gobierne y que se preocupe de dar soluciones. Mucho me temo que la decisión que tome el presidente Sánchez va a ser en beneficio de sí mismo, y no tanto en favor de los españoles. Necesitamos un Gobierno que ejecute, que empuje y lo peor de todo, es que esa inacción, implica muchas veces, palos en la rueda de las comunidades que sí quieren trabajar, avanzar y mejorar la vida de las personas.

Arranca el curso político con asignaturas pendientes en Almería como el derribo del hotel de El Algarrobico en Carboneras.

Esa es la historia de nunca acabar. Es un tema judicializado y dependemos de lo que vayan diciendo los tribunales. Desde luego, el compromiso de la Junta de Andalucía para acabar con esa pesadilla es total y absoluto. Hace unos meses vino por aquí la vicepresidenta del Gobierno de España, María Jesús Montero, y prometió que lo iba a tirar en cinco meses. Ha pasado el plazo y el hotel de El Algarrobico sigue ahí. Y la vicepresidenta de Pedro Sánchez no ha explicado qué ha pasado para que eso sea así, para que no haya sido demolido, como anunció.

Lo mismo en la próxima Feria de Almería le vuelven a preguntar por el derribo del hotel de El Algarrobico.

Ojalá que no.

Acaba el verano y con él los temores de las restricciones de agua en la comunidad andaluza. Sin embargo, en Almería se sigue sin recibir agua de trasvases y las desaladoras están como están. Una averiada, la del Almanzora, desde 2012 y otra, la de Carboneras, en pleno proceso de reparación. ¿Le preocupa la falta de agua en el inicio de esta campaña agrícola?

No es preocupante porque la Junta ha hecho su tarea y, a pesar, digo bien, a pesar, de que el Gobierno de España no da una con las infraestructuras de agua en Almería; el agua está garantizada.

Este primer Consejo de Gobierno, van los contratos de gasto para la contratación de la obra nueva de la depuradora de Vélez Rubio, Vélez Blanco y María con un gasto que asciende a 10,6 millones de euros. Vamos a sacar una convocatoria de 12 millones de euros para ayudar a los regantes andaluces en la construcción de balsas, vamos a desarrollar el Plan PARRA para llevar el agua regenerada a las comunidades de regantes (cabe recordar que Almería es hoy la única provincia que riega con agua regenerada), vamos a insistir en que el Gobierno de España haga las 20 obras comprometidas en la provincia y, sobre todo, lo que pedimos es que, si no cumple, que por lo menos, deje a los demás trabajar. Que no se entrometa. Los recortes en los trasvases en favor de otras regiones no tienen explicación razonable, salvo la política, claro está. Es inexplicable que se apueste por ‘secar’ el levante español, una zona que es capaz de multiplicar exponencialmente el valor de lo que genera cada gota de agua.

¿Sigue convencido de que esta es la legislatura andaluza del agua?

Tiene que serlo. Necesitamos que lo sea. La sequía que nos ha azotado a toda Andalucía durante los últimos seis años nos pilló sin la tarea hecha y esto no puede volver a suceder. Mire, hoy falta un día menos para la próxima sequía (vivimos al sur de Europa y ya hemos reclamado a España y Europa la declaración de singularidad climática y, por tanto, hídrica) y cuando llegue, debemos tener los recursos necesarios para que la falta de lluvia no frene nuestro crecimiento.

Hoy, sólo en Almería, la Junta tiene en ejecución obras en infraestructuras de agua por valor de casi cien millones de euros. Le cito algunas: Proyecto de garantía de abastecimiento en alta de agua desalada en el poniente almeriense (15,6M€) en El Ejido; la agrupación de vertidos y EDAR de Mojácar (19,1 millones de euros) o la obra de garantía de abastecimiento en alta de agua desalada para el Poniente almeriense en Roquetas de Mar por 13,4 millones de euros y ya finalizada y pendiente de recepción.

Aunque en menor medida que otras provincias andaluzas, la agricultura almeriense también depende de las ayudas de la PAC de la Unión Europea. Es evidente que las reformas aprobadas en Bruselas con un menor presupuesto tendrán una clara incidencia.

En Almería, como bien dices, la PAC afecta menos que a otras provincias como Jaén, por ejemplo. Pero las OPFH dependen también de esta política europea que, como le he dicho anteriormente, ha de redefinir su diseño. No es aceptable.

El sector hortofrutícola de la provincia da probadas muestras de robustez. Aún así, ¿qué más se puede hacer para ganar en competitividad y nuevos mercados?

Le he apuntado los datos récord de exportaciones y siendo líderes, siempre hay margen para el crecimiento. Abrir nuevos mercados se hace indispensable, más en un mundo en el que los aranceles están a la orden del día. No obstante, le recuerdo, y los datos nos dan la razón, que los mercados, cuando eligen libremente, eligen la calidad de los productos almerienses y andaluces.

Usted antes de consejero de Agricultura, ha sido consejero de Medio Ambiente y este año los incendios forestales han estado en la primera página de los periódicos y en las portadas de todos los informativos de radio y televisión.

Era algo que podía pasar después de una temporada con mucha lluvia en primavera, mucho calor en verano y mucho combustible en el monte. Creo que en nuestra comunidad las cosas han salido bien. Desde la Junta de Andalucía trabajamos mucho durante el invierno para que los incendios del verano se puedan atajar cuanto antes. Hemos tenido dos incendios importantes en Tarifa, pero, a diferencia de lo que está pasando o ha pasado en otros territorios, aquí podemos llorar por un ojo.

Respecto a Almería, hay que felicitar a los equipos que han controlado y extinguido los incendios forestales de los últimos días, por ejemplo el de Lubrín.

Las imágenes que hemos visto son terribles.

Ahora toca trabajar para recuperar lo que el fuego se ha llevado. Será un trabajo de décadas. Seguro.

Por eso es tan importante la prevención.

Nosotros siempre decimos que los incendios del verano se empiezan a apagar en invierno. La prevención es la principal aliada que tiene la sociedad para hacer frente a los incendios forestales. Es el sentido común de la propia sociedad el que los debe evitar. La mayoría de los incendios se producen por descuidos, por irresponsabilidades, por un petardo que se tira donde no se debe tirar, por una hoguera que se enciende, una barbacoa, una colilla, …

Incluso por descerebrados.

Por supuesto. Hay que meterlos en la cárcel y eso sólo se puede hacer con un endurecimiento del Código Penal.

La UE también ha aplicado políticas de recorte para la pesca almeriense, entre ellas la de la gamba roja. ¿Cómo se ha reaccionado desde la Junta y el Gobierno? ¿Está la pesca andaluza abocada a la desaparición?

No podemos permitir que la pesca desaparezca. Tenemos que pelear, donde haga falta y llegar hasta donde haga falta para defender algo muy nuestro, de lo que viven más de 23.000 familias en Andalucía y que es la base de la dieta mediterránea, patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. Necesitamos el apoyo del Gobierno de España para que Bruselas no adopte medidas a miles de kilómetros de nuestras costas con criterios incorrectos, desactualizados. Por nuestra parte, vamos, desde la Junta a hacer todo lo posible para que la pesca siga siendo rentable. Sólo así, perdurará.