Almería 'arde' con la música barroca más indisciplinada: así son Fahmi Alqhai y su 'Spain on Fire'
El músico sevillano presentará su espectáculo el jueves 24 de julio a las 22:00 horas en el Festival de Vélez Blanco

Fahmi Alqhai y su viola da gamba
Este jueves 24 de julio, cuando el sol empiece a caer sobre las montañas de Los Vélez y la luz se derrame por las piedras antiguas de la Iglesia del Convento de San Luis, algo más que un concierto tendrá lugar en Vélez Blanco. No será solo música. Será un incendio. Una sacudida lenta que atravesará las naves del templo y los cuerpos de quienes escuchen.
Porque esta no es una música quieta ni de museo. Es una visceral, encendida, que arde con la intensidad de un Barroco español mestizo, luminoso, contradictorio. Una hecha de zarabandas llegadas desde las colonias americanas, de pasacalles con acento morisco, de chaconas que suenan a piel. Así será ‘Spain on Fire’ a las 22:00 horas, el espectáculo que Fahmi Alqhai, uno de los grandes renovadores de la música antigua en Europa, y su grupo Accademia del Piacere presentan dentro del Festival de Música Renacentista y Barroca de Vélez Blanco. Una cita que no solo celebra la historia: la hace latir.

Interior de la Iglesia del Convento de San Luis en Vélez Blanco
A Alqhai se le escucha antes de verlo. Su hablar es pausado, elegante, pero con una claridad que arrastra decisión. No usa palabras vacías. Cada frase parece afinada, como su viola da gamba. Cuando habla del sur, de la música o de las mezclas culturales, lo hace desde un lugar hondo, vivido.
—La música siempre es novedosa. Te permite hacer mucho —afirma con seguridad—.
Porque él lo sabe. A la perfección. Lo lleva haciendo más de veinte años con una carrera que atraviesa continentes, géneros e idiomas, sin perder nunca el pulso a sus raíces. Nacido en Sevilla en 1976, músico indisciplinado en el mejor sentido, virtuoso de la viola da gamba y alma inquieta de la música antigua en España, Alqhai se mueve entre mundos: Oriente y Occidente, rigor y emoción, archivo y escenario. Y en cada uno, deja su marca.
—En Accademia del Piacere queremos darle vida a la música y hacerlo como lo hacían en el siglo XVII.
Vida. Esa es la clave de ‘Spain on fire’. No tratar la música como un cuadro al que admirar sin tocar, sino traerla al mundo real. Al ahora. Eso es lo que pretende conseguir Alqhai con la propuesta que llega a Vélez Blanco.

Cartel de 'Spain on fire'
—¿En que se inspiró para crear ‘Spain on fire’?
—Realmente, fue otro programa que hicimos hace unos doce años. ‘Rediscovering Spain’ es el origen de la oferta actual. Lo creamos para ahondar en las raíces interpretativas, no solo en la música. Y ahora buscamos lo mismo.
Desde Japón hasta Estados Unidos, pasando por Europa, ‘Rediscovering Spain’ triunfó. Por ello, el director sevillano quería algo similar pero renovador. Una propuesta que mantuviese la esencia de aquel éxito, pero con una mirada distinta: más allá del repertorio, mirar desde Europa a esa España del XVII que fascinaba a franceses, italianos y alemanes.
—¿Cómo es ‘Spain on fire’ en una palabra?
—Estimulante. Excitante. Aunque también depende de factores como el público o el espacio.
Y en esta ocasión, el espacio no podría ser otro: la Iglesia del Convento de San Luis en Vélez Blanco. Un lugar donde el tiempo se detiene.
—¿Cómo influye un espacio así, tan cargado de historia y espiritualidad, en la interpretación del espectáculo?
—El lugar siempre hace que la forma de aproximarse al instrumento cambie. No es lo mismo hacerlo con la acústica de una iglesia que si lo hiciésemos en el castillo.

Artistas de Accademia del Piacere
Tampoco es lo mismo acercarse a la música desde una mirada fija que hacerlo desde lo híbrido, como quien ha crecido entre Sevilla y Siria.
—¿Cómo ha influido su identidad multicultural en su visión de la música antigua?
—Me ha hecho ver la música de forma transversal y diversa. Con el tiempo, he entendido el mestizaje de la cultura española, esa identidad tan potente. Probablemente, este contexto te hace enfocar la música de un modo diferente.
Porque la clave está ahí: en la diferencia bien equilibrada. Esa es la gran baza —y la fuerza— de Accademia del Piacere.

Un espectáculo de la Accademia del Piacere
—La Accademia ha revolucionado el panorama de la música antigua. ¿Cómo se encuentra el punto intermedio entre el rigor histórico, la libertad creativa y un resultado que emocione?
—La clave es saber siempre dónde estás y a qué te enfrentas. Ayer, por ejemplo, estuvimos en el Palau de Barcelona, con música de Bach, muy seria. Sin embargo, mañana nos ponemos frente a otro espectáculo en el que nos damos la libertad de crear, de improvisar.
Se trata de hacer brillar cada elemento cuando toca. De presentar algo que sea fiel y, al mismo tiempo, original. Por eso, cuando se le pregunta qué le diría a un joven que ve la música barroca como algo lejano, lo tiene claro.
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—¿Qué le diría a un público joven que ve la música barroca como algo, únicamente, de otra época?
—Que se acerque, porque se va a sorprender. Yo venía del ‘heavy metal’ y aquí sigo, después de treinta años. La música te conecta, sea del siglo XIV o del siglo XXI. Lo importante es escuchar con un oído nuevo, fresco y dejarse llevar.
Quizá, ‘Spain on Fire’ no es solo un concierto: es una declaración. Una forma de recordar que lo antiguo también puede ser presente, que lo académico puede ser instinto y que en manos como las de Alqhai, el Barroco no se encierra: se expande, se improvisa y se enciende. Porque si la historia aún arde, es porque hay profesionales, como él, que saben reavivarla.
La entrevista termina. No por falta de palabras, sino porque la música está a punto de empezar.