Sandra tiene visita. Una amiga suya de Málaga ha aprovechado sus vacaciones para pasar un fin de semana de desconexión. La almeriense quiere enseñarle la mejor cara de su ciudad, pero titubea: las obras del Paseo han puesto la urbe patas arriba y no quiere que se lleve la impresión de un centro "en los huesos". Pronto sonríe con satisfacción. La solución está clara: llevarla de cañas a la circunvalación Ulpiano Díaz, en el entorno del Mercado Central, hasta donde pueden llegar caminando.

Una vez allí, nada más doblar la esquina, las dudas se disipan tan rápido como han llegado. Terrazas a rebosar, camareros que no paran de sacar tapas y bebidas, risas que se funden con el tintinear de las copas y un ambiente que confirma lo que muchos ya saben desde hace tiempo: el Mercado Central se ha convertido en el epicentro del tardeo almeriense más chispeante.

El corazón del tardeo se consolida

Cabe recordar que, con la apertura de dos locales nuevos, el último mes ha confirmado al Mercado Central como el gran corazón del tardeo en Almería. Uno de ellos, Modas Maribel, abrió el pasado 26 de agosto, en plena Feria, en el histórico espacio que antes ocuparon el Capri o la Cafetería Raíces. Se trata de un ecléctico bar de copas con estética retro de los años 70 que sorprende con escaparates llenos de prendas femeninas, como si aún fuera aquella tienda de barrio de toda la vida.

Fue también durante las pasadas fiestas cuando se estrenó la otra gran apertura de las inmediaciones. Dry Martina sustituyó al popular local de Reparaciones Fermín en el número 6 de Ulpiano Díaz con una inauguración por todo lo alto. Mientras tanto y también durante las festividades, un tercer local se renovaba de cara a los almerienses, resultado de la fusión de dos conocidos pubs en el centro de la ciudad. El resultado es Sixtina 13, unión entre La Sixtina -en el Mercado Central- y Calle 13 -en la calle San Pedro-.

En síntesis, en tan solo dos semanas han abierto tres locales nuevos en torno al Mercado Central. Propuestas originales, relevo de comercios históricos y la consolidación de la circunvalación Ulpiano Díaz como "la milla de oro del tardeo". Un rincón que, a base de copas, terrazas y buen ambiente, ya empieza a ser de culto para quienes buscan divertirse en la capital.

Allí donde siempre hay ganas de quedarse

Esa transformación la confirman quienes mejor la viven: los vecinos del centro de Almería. Jóvenes como Helena o Marta señalan el lugar como "perfecto" para sacar a sus amigas de cañas: "Es allí donde de verdad hay ambiente todo el año", aseguran. Un espacio céntrico, cómodo, donde los bares siempre están concurridos, los camareros te hacen sentir como en casa y, lo más importante, "se puede llegar sin necesidad de usar el coche, porque está muy cerca".

También los hosteleros viven con ilusión el auge de los alrededores del Mercado Central. Antonio Ortiz, al frente de El Tomate, celebra que el Paseo vaya a convertirse en una zona peatonal tras años de estar impracticable, un cambio que, según cree, dará aún más vida al centro. Para él, el futuro del tardeo es esperanzador, pero con un matiz: "Lo que queremos atraer aquí es un tardeo relajado, sin molestar a nadie, muy controlado y con gente poco revoltosa". 

En ello coincide María, una vecina del Mercado, que siente que los alrededores se han convertido en un espacio donde las terrazas rebosan y pasear es un gusto, sin necesidad de armar jaleo: "No vive mucha gente justo encima de los pubs, eso es lo bueno", admite.

Unos orígenes valientes

¿Pero cómo empezó todo? Gabriel, hostelero de La Bodeguilla del Medio, hace memoria: "En mayo de 2019 abrió Plaza Market. Antes de eso, la zona llevaba mucho tiempo con los locales cerrados. Fue a raíz de esa apertura que otros empresarios de Almería se animaron a invertir en esta calle".

Tras el Plaza Market llegaron nombres como Santa Madonna, La Esquinica o el suyo propio. Hoy, la transformación del barrio es imparable y, en su opinión, beneficiosa para todos: "Al final nos influye a todos para bien, porque viene más gente, tenemos más clientela y más turistas que quieren tomarse algo junto a un bien de interés cultural como el Mercado Central. Da mucha vida a la ciudad".

Ante el sorprendente impulso que la hostelería almeriense le ha dado a la zona, solo queda plantear una pregunta que, inevitablemente, surge en la mente de aquellos que han transitado desde siempre esta área del Centro Histórico: ¿Y ahora qué? "Aquí en el mercado ya no caben más sitios. La expansión tendrá que continuar ya por otras zonas", afirma Gabriel, quien, como muchos otros, se imagina el futuro Paseo de Almería como la sucesión lógica de este centelleante epicentro.