Así se habla en Almería: las expresiones más curiosas y su significado
Palabras únicas entre los almerienses y que no todo el mundo entiende

Antigua estación de tren de Almería.
Almería no solo destaca por su clima, su gastronomía o sus paisajes, sino también por una característica que pocos conocen: su forma de hablar única dentro de Andalucía.
A lo largo de los siglos, el acento almeriense ha evolucionado, incorporando influencias del árabe, del latín y de otras lenguas romances, creando un dialecto con peculiaridades que lo diferencian del resto de la comunidad andaluza.
Un acento con raíces históricas
El habla en Almería forma parte del andaluz oriental, una variante del español que comparte rasgos con provincias como Granada o Jaén, pero que también tiene características propias que lo hacen especial. Durante siglos, la provincia estuvo marcada por la presencia árabe, lo que dejó huella en su léxico con palabras que han llegado hasta nuestros días.
Además, el aislamiento geográfico de Almería en el pasado favoreció la conservación de términos y expresiones que han desaparecido en otras regiones de Andalucía. Hay quienes, incluso, afirman que nuestras expresiones se acercan al murciano y, es verdad, que existen ciertas similitudes.
Fuera de la provincia, existe un dicho que dice que los almerienses hablamos cantando. Esto se debe a la entonación peculiar que damos a algunas palabras y frases, marcando mucho las sílabas finales, lo que puede sonar similar a una melodía para quienes no están acostumbrados.
Características únicas del dialecto almeriense
Entre los rasgos más característicos del habla almeriense, destacan los siguientes. La aspiración de la ‘-s’ al final de las palabras, algo común en el andaluz, pero especialmente marcado en Almería. El uso de diminutivos en -ico o -ica en lugar del habitual -ito o -ita, como en pequeñico o niñica.
Y un vocabulario exclusivo, con palabras que no se utilizan en otras zonas de España, como cucha (mira esto, eso o aquello), gurullo (pasta típica almeriense) o cacharrico (atracciones de la Feria).
Expresiones que solo se escuchan en Almería
El habla almeriense también está llena de expresiones que pueden resultar desconcertantes para quienes no son de la provincia.
- En Almería, si alguien te dice "cascomío" no está hablando de un casco, sino preguntándote: ‘¿qué has comido?’.
- Esmayao es una palabra que más pronuncia los almerienses que tiene dos significados más comunes. En primer lugar, se usa cuando alguien siente que no puede esperar más para comer: "Ponme la comida que estoy esmayao". En otro contexto, esta expresión da pie a una forma de broma cuando alguien no tiene de algo (normalmente se utiliza por la falta de dinero) “¡eres un esmayao!”. Realmente los almerienses pronunciamos algo así como "enmallao", ya que la -s no la pronunciamos.
- Mendrugo es una expresión que se utiliza como calificativo a alguien que es tosca o grosera, o simplemente un sinónimo de tonto: "Cabeza mendrugo".
- “Eso está en el quinto pino”, hace referencia a algo que está muy lejos.
- Otra palabra muy común en tierra almeriense es apoyardao o acarajao, viene a decir de alguien que no se entera de nada o está 'atontado', que sería su sinónimo.
Desde la Diputación Provincial de Almería explican: "Ocurre lo mismo con la expresión '¿queehloqueéh?' Los parcos del habla dirían ¿qué es?, pero esa interrogación tan cortica muestra poco interés. A los almerienses les gusta hacer hincapié: 'qué eh' (preguntan por algo), 'lo que eh' (inciden en ese mismo algo). Pocas dudas pueden quedar ahí".