Es uno de los monumentos naturales más conocidos del mundo y, obviamente, más visitados de la provincia de Almería. Prácticamente desde su apertura, la Geoda Gigante de Pulpí ha sido el destino de miles de personas procedentes no sólo de España sino de otros rincones del mundo que han ido agotando a una velocidad de récord las reservas disponibles. Hasta el pasado mes de marzo.

Ese fue el mes en el que la Geoda Gigante de Pulpí y la no menos espectacular Mina Rica que la acoge cerraron sus puertas temporalmente al público para que pudieran dar comienzo unas obras de protección y seguridad que impidan posibles desprendimientos y filtraciones cuando se producen, por ejemplo, situaciones de lluvia intensa como fue el caso del pasado mes de marzo.

Unos trabajos que ya se encuentran cerca de finalizar y que han permitido al Ayuntamiento de Pulpí adelantar una fecha para la reapertura de la geoda gigante más grande del mundo. Algo que se producirá "en la semana del sábado 14 de junio", tal y como ha avanzado el concejal de Geoda y teniente de alcalde de Pulpí, Juan Bautista López, durante una entrevista en la Cadena SER Levante.

Eso significa que desde el Consistorio tampoco descartan que el regreso de los visitantes pueda producirse incluso algún día antes de lo previsto. "Son muchas las personas que están a la espera", ha valorado el edil antes de detallar que "ya se están vendiendo entradas de nuevo para todo el verano". 

En cuanto a los trabajos realizados, el concejal ha especificado durante la entrevista que se han centrado "en la parte exterior" y que la decisión de llevarlos a cabo se tomó después las constantes lluvias de marzo pese a que estaban previstas para más adelante aunque, siguiendo el refranero español, el Consistorio optó por lo de más vale prevenir que curar. "Paramos para hacer una evaluación y tomar la decisión de hacer la obra ahora y poder estar de cara al verano con toda la seguridad y sin ningún tipo de problemas", por lo que se ha reconocido "contento" ya que "se va a quedar muy bien".

Además el concejal ha reconocido que también ha servido para que la geoda pueda "descansar" durante unas cuantas semanas en las que no ha recibido visitas, una alusión a la fragilidad de este monumento pese a que cuando se realizan las visitas ordinarias se toman todas las medidas posibles para que no sufra daño alguno.