Guerra al chabolismo: Níjar sumará 24 viviendas transitorias más en Los Grillos
Se sumarán a las 62 ya construidas, cuya puesta en marcha es inminente, según el Ayuntamiento de Níjar

Archivo - El alcalde de Níjar (Almería) durante una visita los primeros alojamientos transitorios de Los Grillos.
Tal y como avanzaba a LA VOZ el alcalde de Níjar, José Francisco Garrido, en una reciente entrevista, la guerra contra el chabolismo contará pronto con nuevas 'armas': la puesta en marcha de las viviendas transitorias ya construidas y equipadas en Los Grillos es algo inminente (faltarían solo ciertos trámites administrativos relacionados con el suministro eléctrico) y, además, el propio Ayuntamiento de Níjar ya ha dado los primeros pasos para ampliar el recinto con más viviendas.
En concreto, el Consistorio nijareño ya ha adjudicado las obras para la construcción de otras 24 viviendas transitorias con capacidad para albergar hasta 48 personas en la barriada de Los Grillos como parte del plan para acabar con el chabolismo en la localidad, donde existen muchos y muy distintos asentamientos ocupados principalmente por inmigrantes cuyo acceso a la vivienda es un auténtico problema con demasiadas aristas.
La empresa Transformaciones y Embalses Parra será la encargada de ejecutar los trabajos adjudicados por un importe de 1.030.459,89 euros, para lo que contará con ocho meses una vez que se formalice el contrato, según recoge el decreto suscrito por el alcalde de Níjar, José Francisco Garrido.
Según el proyecto realizado por J2 Arquitectos, consultado por Europa Press, la tercera fase de viviendas transitorias a edificar en la calle de la Peseta Española ocupará una superficie de 934,2 metros cuadrados y se financiarán con cargo al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, mediante una subvención otorgada por la Secretaría General de Inclusión Social.
Así, las nuevas viviendas para trabajadores migrantes de temporada se unen a las 62 ya construidas y acabadas en 2023 que, hasta este verano, aguardaban los trámites administrativos para ser puestas en uso, toda vez que se perfilaba un reglamento para su funcionamiento.
Los alojamientos a construir ahora serán de carácter prefabricado y se repartirán en dos módulos, de modo que cada uno de ellos contará con 12 unidades de alojamiento distribuidas en dos plantas, con seis viviendas en cada una de ellas.
Estas viviendas protegidas próximas a un núcleo urbano cuentan cada una con un salón-cocina-comedor, un dormitorio y un baño, con capacidad para acoger a dos personas en cada una de ellas. Todas las estancias tienen ventilación y luz natural.
Los alojamientos se implantan de tal forma que se generan unos corredores o calles frontales y traseras, que permiten la ventilación cruzada. Todo el conjunto residencial integrado contará con instalaciones urbanas necesarias que garantizan las condiciones higiénicas y habitables necesarias.
Las viviendas son autónomas, por lo que se garantiza la entrada y salida de los usuarios a cualquier hora. El conjunto residencial integrado a modo de dispositivo dotacional incluye espacio dedicados a salones sociales.