El Ayuntamiento de Níjar denuncia “desplazamientos masivos inaceptables” en las fiestas de La Isleta
La Isleta del Moro celebró sus festividades patronales del 11 al 13 de julio entre música, tradición y descontrol por la movilización intensa no autorizada

Calles de la Isleta del Moro tras los botellones y la llegada masiva de viajeros
Lo que debía ser una celebración de alegría, durante las fiestas patronales de la Isleta del Moro, ha acabado despertando una fuerte ola de indignación vecinal e institucional y un serio conflicto ambiental. En el fin de semana del 11 al 13 de julio, el pequeño núcleo costero del Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, de apenas 200 habitantes, se vio saturado por “desplazamientos masivos inaceptables” de visitantes, organizados por empresas privadas de autobuses, tal y como ha expresado el Ayuntamiento de Níjar en una queja formal a la que ha tenido acceso LA VOZ.
En dicha misiva, dirigida a una empresa privada, la concejala de Seguridad y parlamentaria andaluza del PP, Mónica Morales, ha denunciado el “colapso total del núcleo urbano y el impacto ambiental severo en un entorno especialmente protegido, como es este parque natural, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO”. Los viajes se realizaron “sin coordinación alguna con las autoridades locales ni con el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar”.
Masificación sin control
Según detalla Morales, este flujo de personas no se consultó, provocando una sobresaturación de la zona que afectó no solo a la convivencia vecinal, sino también a la preservación del espacio natural, con acumulaciones de basura, vehículos mal estacionados y altercados que pusieron en riesgo la seguridad y la imagen del municipio. Joaquín Fresnedo, organizador de las fiestas desde 2018, también ha explicado para LA VOZ que “no pudimos hacer más, nos vimos desbordados. Llevamos un año preparando las fiestas con ilusión y las empresas de autobuses han traído mucha gente sin coordinar”.
“Resulta inaceptable que una empresa privada actúe de forma completamente ajena a la sensibilidad y a la realidad de un pueblo como la Isleta del Moro”, señala la edil. “Este Ayuntamiento, recogiendo la profunda indignación vecinal, solicita el cese inmediato de este tipo de actividades”, añade, advirtiendo que se ha trasladado la queja tanto a la Delegación Territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en Almería, como a la Junta Rectora del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, y a la Subdelegación del Gobierno de España en Almería.

Calles de la Isleta del Moro tras los botellones y la llegada masiva de viajeros
Además, esta misma mañana, Morales ha explicado para LA VOZ que no ha sido una única empresa la que ha llevado a cabo esta actividad, sino varias: “Queremos manifestar nuestro enfado con las demás empresas de autobuses que han actuado de la misma forma”.
“Esto no lo queremos. En la Isleta nos merecemos un respeto”
El descontento no se ha quedado en las instituciones. La Asociación de Vecinos Peñón Blanco La Isleta y numerosos residentes han denunciado públicamente la situación, a través de redes sociales. La imagen más repetida: calles llenas de basura, botellones, comportamientos incívicos y sensación de malestar.
“Esto es nada comparado con lo que había esta mañana. Había de todo, pero de todo, en el suelo. Quien venga a la fiesta, que primero haga un curso de educación”, ha compartido Peñón Blanco en Facebook. “Esto no lo queremos. En la Isleta merecemos respeto”. Además, los vecinos han añadido que son conscientes de que era “imposible” que el Ayuntamiento y las autoridades policiales pudiesen hacer frente a esta saturación no coordinada.

Imagen de la plaza principal de la Isleta del Moro, durante sus fiestas
Llamamiento a la responsabilidad y al respeto
El Ayuntamiento insiste en la necesidad de abordar este tipo de situaciones con planificación, responsabilidad y respeto: “Les invitamos a entablar una conversación seria con este Ayuntamiento antes de llevar a cabo ninguna otra actividad que pudiera afectar negativamente —directa o indirectamente— al municipio de Níjar”. La Isleta del Moro, enclavada en uno de los entornos más valiosos del Mediterráneo, no puede soportar una masificación descontrolada sin consecuencias.
El modelo defendido por el municipio apuesta por un turismo sostenible y respetuoso, en consonancia con el valor ecológico y social del Parque Natural. La Isleta del Moro ha hablado claro. El Ayuntamiento de Níjar y los organizadores de las fiestas también. Su entorno y su gente merecen respeto. Lo ocurrido este fin de semana ha puesto sobre la mesa un debate urgente sobre cómo disfrutar de las celebraciones sin destruir el equilibrio que las hace posibles.