Son tiempos convulsos. El dictador había muerto. En sus inicios la Asociación Cultural Andaluza de Adra (A.C.A.) fue proyectada y constituida clandestinamente por un grupo de ciudadanos progresistas que iniciaría sus contactos a finales de 1975. 

La Asociación Cultural Andaluza (A.C.A) la fundaron en principio dos personas en Adra, José Antonio Carmona y Pedro López Porcel, ambos, profesores de EGB que coincidieron por entonces en el colegio Mare Nostrum de Adra. Quemaron horas cocinando la idea. 

Luego se hicieron unos estatutos estándar que valían para todo tipo de legalizaciones de cualquier tipo de asociación, los reales, los valiosos, puesto que reflejaban el espíritu de A.C.A. los aportaron ellos como fruto de sus inquietudes por Andalucía. 

Las primeras reuniones se celebraron en la casa de José Antonio Carmona ya que aún no se podía sentir seguridad fuera de los recintos privados ni incluso en su hogar. En su casa, en 1975, se puso la primera bandera andaluza en la feria de septiembre por primera vez en Adra y seguramente, en toda la provincia. 

En el verano de 1976, empezarían a reunirse en el salón parroquial con la difusión de unas 500 pegatinas con la bandera blanca y verde y la inscripción: “Andalucía te necesita”.

Ese año, en septiembre, se elige la primera junta directiva, aún sin legalizar, constituida por Pedro Navarro, presidente; José A. Carmona, vicepresidente; José María Ortega, secretario; Pedro Sarmiento, vicesecretario; Modesto Carpintero, tesorero ; Antonio Bayo, vicetesorero y Marilola Cassinello y Mercedes Luna, vocales.

Hubo más gentes que desempeñaron un importante papel desde el primer momento, María José Cazenave, Paco Luna, María del Mar Dolz, José Fernández y muchos más. 

Estamos a principios de 1977 y la Asociación Cultural Andaluza de Adra, que había solicitado ya su legalización en el Gobierno Civil, y que fechas antes de la reunión celebrada entre Diputaciones en Jaén, enviaban una carta al presidente de la Diputación pidiendo su reconocimiento de la bandera andaluza en Almería. 

Se le envía escrito además al alcalde de Adra (Arturo Oliva), firmado por los miembros de la aún no legalizada asociación, pidiendo que ondeara en el Ayuntamiento la bandera verde y blanca. Bandera, que sería expuesta en el Ayuntamiento de Adra durante una tarde y la mañana del día siguiente, para después ser retirada. 

La avanzada del andalucismo, hasta entonces, fue emprendida en esta provincia por la Asociación Cultural Andaluza de Adra; que, ante las grandes vicisitudes, alambradas y minas antipersonales, finalmente, fue legalizada, y organizaba para el 1 de abril su presentación pública con un acto cultural con la presencia de distintos escritores, poetas y andalucistas. 

Se reafirmaba por tanto el espíritu de defensa, de las libertades y el compromiso de una cultura responsable y participativa en todos los sectores de la sociedad. Finalmente, y tras muchas denegaciones e inconvenientes se consigue la legalización por el Gobierno Civil en febrero del 1977. La difusión de pegatinas con la bandera andaluza y la inscripción: “Autonomía. Asociación Cultural Andaluza. Adra” llenan cualquier rincón del municipio abderitano; eran los pioneros en la reivindicación autonómica andaluza en la provincia de Almería. 

La bandera, empezaba a tocar sentimientos hasta entonces enterrados. La Asociación, Cultural Andaluza de Adra en su manifiesto de lanzamiento, entre otras cosas apuntaba que, A. C. A. no era un partido político, ya que cabían en su seno múltiples opciones ideológicas.

En cultural, A. C. A. entendía la cultura en su más amplio sentido antropológico: "Conjunto de formas de vida materiales y espirituales de una sociedad". Este concepto abarca en su campo semántico todo el comportamiento humano.

Andalucista, intentar analizar los problemas de Andalucía como base para la defensa e impulso de nuestros valores culturales, con vistas a una autonomía de gestión regional, sin llegar al separatismo, por considerar incuestionable la unidad del Estado Español. Reconociendo y protegiendo la bandera verdiblanca como símbolo de conciencia y unidad del pueblo andaluz.

Democrática, A. C. A. estaba abierta a todo el que apreciaba las inquietudes anteriores, siempre que sus principios no sean totalitarios. Era democrática tanto en su organización como en su gestión y era consciente de que el reconocimiento y respeto de los Derechos Humanos era el único medio de erradicar las discriminaciones que tanto daño ocasionan a la sociedad.

De esas líneas de actuación la Asociación deseaba ser una tribuna libre y pública donde cualquier ciudadano consciente de la problemática cultural andaluza pudiera exponer sus opiniones y proponer soluciones a la misma que despejasen la agobiante situación de la Región. 

Además de las reuniones de trabajo, para lo que se constituiría comisiones y ponencias, se organizarán actos artístico-culturales, en los que intervendrán destacadas personalidades andaluzas del mundo del arte, de la política, de la economía, de la información, etc. 

Se difundirán, mediante publicaciones periódicas propias y de la Prensa, las distintas actividades llevadas a cabo por la Asociación. A. C. A. deseaba establecer relaciones de amistad y trabajo con toda entidad o persona que compartiera estas inquietudes, ofreciéndose a colaborar con las mismas en lo que estuviera a su alcance. Por último, invitaba a todos los andaluces a que constituyan asociaciones de índole similar en sus respectivas localidades con el único fin de conseguir entre todos la auténtica concienciación del pueblo andaluz,

Manifestación cultural del pueblo andaluz

Con un amplio panorama de actividades, comenzaba para los días 1, 2 y 3 de abril en Adra, los actos de la “Manifestación cultural del pueblo andaluz”, que organizaba la Asociación Cultural Andaluza de Adra. 

En el Salón Parroquial adornado con las banderas nacional y andaluza, dijo unas palabras de presentación y bienvenida, el secretario de A.C.A., José María Ortega, expuso en breves palabras la finalidad de dicha asociación, los fines que perseguía, que se centraban en la difusión de la cultura andaluza, abierta a todas las tendencias e ideas, puntualizando que no se trataba de ningún partido político; es cultural, andalucista y democrática. 

El primer día se abrió con la exposición de dibujos de Martín-Morales y mesa redonda sobre "Panorámica de la cultura andaluza”. Actuarán como ponentes José G. Ladrón de Guevara, Miguel Ángel Blanco, Antonio Ramos, Fernando García Lara. El segundo día: Conferencia sobre «Desarrollo económico de Andalucía», por el profesor Bosque Maurell y por la tarde, en el cine Capitol, recital de José Sorroche y Miguel Ángel Molina. 

La Clausura de la exposición de dibujos y charla-coloquio con Martín- Morales llegaría en el tercer día. La asociación, en su conjunto, promovió las primeras actividades culturales con Semanas andaluzas que fueron el aglutinante de un talante crítico que supo ejercer su propia responsabilidad en aquellos momentos difíciles. 

El pueblo andaluz no era culpable de su situación sino víctima. La cultura andaluza estaba enterrada y desde aquel germen embrionario de la Asociación Cultural abderitana, se reivindicaba que la cultura no era cuestión de cantidad sino de calidad. 

Sin tiempo para digerir los últimos coletazos de la primera Manifestación Cultural del Pueblo Andaluz, la Asociación abderitana celebraba también su primera Asamblea General con la elección definitiva de la junta directiva y que, entre otros puntos, se aprobaría la edición mensual de un periódico local llamado “Voz de Adra”.

La elección definitiva de la Junta directiva que quedó constituida de la siguiente forma: presidente, Pedro Navarro; vicepresidente, Adolfo García de Viana; secretario, José María Ortega ; vicesecretario, Pedro Sarmiento; tesorero, Joaquín Navarro; vicetesorero, Juan Torres ; vocales, Marílola Cassinello, Mercedes Luna, Antonio Carmona, José M. Zapata, Lourdes Fernández y Rafael Martínez.

Caseta “La Zocata”

Durante los días 6 al 11 se celebrarán en Adra las tradicionales fiestas de San Nicolás. Por primera vez, la Asociación Cultural Andaluza (A .C .A.), instalaba una caseta popular, con la colaboración del Partido Socialista Popular y del P.C.E. En este aspecto, la caseta sería bautizada como "La Zocata", en la que además del tintorro se compartirá fraternalmente la imaginación y el sentido del humor. A.C .A . invitaba a paisanos y visitantes, así como a las fuerzas democráticas, a compartir esa pequeña dosis de "droga anticrisis" y con entrada libre.

El 4 de diciembre de 1977, la Asociación Cultural Andaluza de Adra, en colaboración con el Ayuntamiento, Asociación de Vecinos, partidos políticos e independientes convocaban a todos los abderitanos a que apoyasen el acto de afirmación andaluza proautonomía, que se celebraría en el Ayuntamiento abderitano.

Intervendrían Juan José Jiménez Santisteban concejal de Cultura; Virtudes Castro García, parlamentaria por Almería, y Pedro Navarro Imberlón, presidente de A. C. A. Esta asociación y los abderitanos invitados que se sumaron a la caravana que salió del puerto de Adra con destino para Almería capital, para asistir a la manifestación Pro - Autonomía Andaluza. 

Y es que A.C.A. fue la plataforma de análisis y de debate político de las fuerzas progresistas en Adra. En 1978 se reunirían en Adra la Comisión Promotora del Congreso de Cultura Andaluza que posteriormente se inauguraría en la Mezquita de Córdoba. 

A esta reunión asistieron representantes de todas las provincias andaluzas. Así mismo, mesa redonda sobre «La Autonomía Andaluza», con asistencia de Navarro Estevan (PSOE), García Molina (UCD), Laudelino Gil (PSA), F. López Andréz (I .D.), Fernando Martínez (O.I.C.) y César Alonso (PL). No asistieron, aunque fueron invitados AP. y PCE.

Diez años después, en 1986, volvieron a reunirse fundadores, políticos, profesorado y simpatizantes en una cena reencuentro, y pese a que nunca dejó de existir en la mente y ánimo de algunos de sus fundadores y aunque oficialmente se autodisolviera, la Asociación Cultural Andaluza de Adra actuaba de “platajunta” mucho antes de la implantación de los partidos políticos, siendo sus objetivos reales y principales de la asociación, el progresismo abderitano.