El Pleno del Ayuntamiento de Vera se ha mostrado “disconforme” con la última redacción de los estatutos de la empresa pública Galasa, encargada de la gestión del agua en municipios del Levante del Almanzora.

La modificación de estos estatutos ya se había encontrado con la oposición frontal de los ayuntamientos gobernados por el Partido Socialista, pero ahora el problema parece que se encuentra entre alcaldes populares que no terminan de estar convencidos y ven, en algunos casos, como aprobar estos estatutos pueden terminar perjudicando a sus vecinos y a las arcas del ayuntamiento.

Artículos de la discordia

En el caso de Vera, el único que hasta el momento ha llevado a Pleno el asunto, son los artículos 6 y 9 de los estatutos los que suponen un problema y los que han hecho que no sean ratificados por la Corporación.

El segundo teniente de alcalde, Juan de la Cruz Belmonte, explica que “si admitimos el artículo 6, que trata sobre la cesión de infraestructuras a Galasa, implicaría que la empresa mixta Codeur que actualmente presta el servicio nos pediría el lucro cesante, una cantidad que deberíamos pagar el ayuntamiento como la otra parte de la sociedad por incumplimiento de contrato”.
Belmonte recuerda que son socios fundadores de Galasa y que “queremos seguir, pero no con esas condiciones”.

El segundo teniente de alcalde deja claro que la situación de Vera es diferente a la de otros municipios, al ser la empresa mixta Codeur, con un 51% de capital público y el 49% restante, privado, la que da el servicio. “Nosotros tenemos captación propia de agua con recursos propios y la empresa incluso da beneficios. Queremos ser solidarios con los demás municipios, pero sin perjudicar al nuestro”, insiste Belmonte.

El siguiente paso que pretenden dar es “sentarnos con Galasa y Diputación (cuenta con el 51% de las acciones) para ver si podemos alcanzar un acuerdo”. En caso contrario y si finalmente los estatutos mantienen su actual redacción, Vera no los ratificaría, por lo que sería la propia Galasa la que tendría que proceder a su expulsión de la empresa pública.

Esperar y ver

Mientras que Vera ha dado el paso, otros ayuntamientos gobernados por el PP o en alianza con él, están a la espera de ver qué hacen los demás. Al menos así lo han manifestado algunos de ellos, como Garrucha o Carboneras.

Salvador Hernández, alcalde de Carboneras, reconoce que no han hecho nada aún. “Los estatutos no nos convencen para nada y aún no los hemos llevado al Pleno”, señala Hernández, quien asegura que están “valorando la situación y, lo cierto es que todavía no sabemos qué vamos a hacer”.

El alcalde recuerda que la gestión del agua es una competencia municipal y los nuevos estatutos cambian esta situación.
Entre las cuestiones que están analizando, “nos planteamos rescatar el servicio u otra opción posible. Lo único que tenemos claro es que queremos ofrecer a los vecinos la mejor agua posible y al menor precio”, concluye Hernández.

Díscolos

Por su parte, Juan Francisco Fernández, alcalde de Garrucha, señala que “estamos a la expectativa de lo que hagan los demás. No somos díscolos, pero no queremos volver a ser los primeros en tirarnos a la piscina y que luego no haya agua”.  En cualquier caso, Fernández comenta que el tema irá o al próximo pleno que hay previsto para el día 26 o, si no, para el del 6 de marzo.

Por su parte, Isabel Belmonte, alcaldesa de A