La calle de Almería a la que sus vecinos comparan con la Alhambra de Granada
Lo hacen por el ambiente que se respira: el agua corriendo, el color blanco de las paredes y la tranquilidad del entorno

Acequia en esta calle almeriense.
La Alhambra de Granada es uno de esos sitios que llaman la atención por su belleza, sus fuentes, sus jardines y el sonido del agua corriendo por las acequias.
Es normal que tantos visitantes queden sorprendidos cuando la recorren, y que algunos salgan deseando encontrar algo parecido cerca de casa. Y aunque es prácticamente imposible igualarla, hay lugares que, por pequeños detalles, pueden llegar a recordarla.
Uno de esos sitios está en la Alpujarra Almeriense, en un pueblo donde los vecinos han empezado a llamar a una de sus calles “la Alhambra”.
Lo hacen por el ambiente que se respira: el agua corriendo, el color blanco de las paredes y la tranquilidad del entorno les trae a la mente el famoso monumento granadino. Es una calle sencilla, pero especial para quienes viven allí.
La calle se llama oficialmente Pila Torre, y está en Bayárcal, el pueblo más alto de toda la provincia de Almería, con 1.258 metros de altitud.
El nombre de la calle tiene su origen en dos elementos históricos. “Torre” hace referencia a la iglesia de San Francisco Javier, justo al lado, con una torre mudéjar decorada con azulejos moriscos. Esta torre incluso sirvió de refugio durante la rebelión morisca del siglo XVI.
“Pila” recuerda una gran piedra donde antiguamente las mujeres del pueblo iban a lavar la ropa a mano, antes de que llegara el agua potable a las casas, algo que no ocurrió hasta finales de los años 70 o principios de los 80.
Hoy en día el agua baja por unas pequeñas acequias instaladas en la calle, y es ese detalle, junto al entorno y la estética del lugar, lo que hace que algunos la comparen con la Alhambra. Es una calle estrecha, con curvas y encalada, ideal para pasear, y que conserva parte de la historia del pueblo.
Bayárcal fue un asentamiento musulmán y, tras la expulsión de los moriscos en 1570, quedó prácticamente vacío. Después fue repoblado por familias que venían sobre todo de Jaén, aunque también se menciona un grupo navarro que trajo consigo la imagen de San Francisco Javier, actual patrón del municipio.
A día de hoy, Bayárcal es conocido por sus paisajes, sus rutas de senderismo y su cocina alpujarreña, y además puede presumir de tener el aire más limpio de todo el continente europeo.