Elisabeth Hinojo Martín, más conocida como Eli Martín, es una de las figuras más queridas y admiradas de Roquetas de Mar, aunque no nació en tierras roqueteras sino en la capital, Eli presume de llevar casi 40 años viviendo en este pueblo del Poniente. Sus clases de costura del taller municipal, dirigidas a los mayores del municipio, se han convertido en todo un referente en la provincia. Tanto es así que las plazas para formar parte de sus talleres siempre están en lista de espera. Sin embargo, los sueños de Eli van mucho más allá de enseñar a coser; su pasión por la moda flamenca la ha llevado a vivir una auténtica aventura de superación personal y profesional.

Eli se crio en las piernas de su abuela, una hábil costurera que se encargaba de hacer cojines y delantales. “Mi abuela me enseñó a coser desde pequeña, y siempre me decía que la costura era algo mágico”, recuerda. Aunque su vida dio un giro cuando se casó joven y tuvo tres hijos maravillosos, la almeriense nunca dejó de lado su amor por la costura. En un momento difícil de su vida, decidió darle un giro a su futuro y dedicarse a la moda flamenca, una pasión que había estado latente en su interior durante años.

“Empecé a hacer trajes de flamenca para bebés y me vine a Almería para seguir formándome en patronaje. Allí me inscribí en varios cursos y comencé a dar mis primeros pasos en la moda”, comenta la artista. Pero no se detuvo ahí. Su amor por la moda flamenca la llevó hasta Sevilla, donde amplió su formación con cursos semipresenciales del sector. “La moda flamenca es algo que me llena, aunque aquí en Almería no tenemos la misma tradición que en otras partes de Andalucía, yo siempre he tenido claro que quería vivir de esto", afirma con determinación.

Aunque al principio las dificultades eran muchas, Eli siguió adelante. Con esfuerzo y dedicación, se fue abriendo camino en el mundo de la moda galmenca. Sus diseños, siempre adaptados a las necesidades del clima almeriense, se han ganado el cariño de muchas mujeres. “Aquí la gente busca comodidad, porque en la feria hace mucho calor, por lo que los trajes que más se venden son los cortos, más frescos y cómodos. No puedo hacer algo que no se venda aquí en Almería, aunque también vendo mucho fuera”, explica la protagonista, que ha sabido encontrar el equilibrio entre la tradición flamenca y las preferencias locales.

Pero la almeriense no solo es una diseñadora en crecimiento, también es una referente en su labor como profesora. Su taller de costura en Roquetas de Mar es un espacio donde sus alumnas, de todas las edades, no solo aprenden a coser, sino que encuentran en su profesora una fuente de inspiración. “Mis mujeres me quieren mucho en Roquetas. Tengo alumnas de todas las edades, y me llena ver cómo se entusiasman con cada proyecto que hacen”, cuenta. La relación que mantiene con sus alumnas es muy especial, y muchas de ellas la consideran una amiga y una guía. Eli, con su cercanía y su pasión por enseñar, se ha convertido en un verdadero referente para ellas.

Desfile con Vitorio & Lucchino
Aunque Eli ha logrado consolidarse como profesora y diseñadora, sus ambiciones no se limitan a su taller. “Mi sueño es vivir exclusivamente de la moda flamenca y llenar Almería de volantes. Me gustaría hacer una pasarela de moda flamenca en Roquetas de Mar o en Almería, y aunque es un proyecto que aún está en marcha, ojalá algún día vea la luz”, confiesa con esperanza.

La diseñadora también ha tenido la oportunidad de subirse a pasarelas muy importantes. “La última vez tuve el placer de desfilar junto a Vitorio & Lucchino y Pilar Vera, y eso, la verdad, te da mucha autoestima. No me lo podía creer. De las faldas de mi abuela a desfilar con estos pedazos de diseñadores, ¡es algo increíble!”, recuerda con emoción. Para Eli, cada logro es un paso más hacia la realización de su sueño, y sigue demostrando que, cuando uno persigue lo que ama con todo su corazón, no hay barreras que lo detengan.

El mundo de la moda flamenca no es fácil, pero esta almeriense no tiene pensado rendirse.  "A veces se hace complicado, pero siempre sigo adelante porque esto es lo que amo”, dice. Su proyecto más querido, sin duda, es hacer realidad la pasarela de moda flamenca en Roquetas o en Almería, un sueño que sigue alimentando con cada puntada.

Y aunque la moda flamenca y las pasarelas son su gran pasión, Eli también disfruta de los momentos de complicidad con sus alumnas. “No suelo contarles mucho, pero siempre se enteran. Cuando estuve en Madrid con Vitorio y Lucchino, no paraban de preguntarme”, bromea entre risas, mostrando su lado más cercano y espontáneo. Para Eli, lo más valioso de su trabajo es ver cómo sus alumnas no solo aprenden a coser, sino que también aprenden a soñar.

Esta diseñadora almeriense sigue demostrando que, con esfuerzo y pasión, los sueños pueden volar alto, y sus alumnos lo saben bien. Con la mirada puesta en el futuro, Eli continúa diseñando trajes, impartiendo clases y, sobre todo, demostrando a todos que la moda flamenca tiene un espacio muy especial en su corazón y en Almería.