250 almerienses de la provincia pasaron por los campos nazis
250 almerienses de la provincia pasaron por los campos nazis
Fueron 250 los almerienses que fueron deportados a campos de concentración nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Apenas unos pocos pueblos de la provincia se libraron de la terrible vivencia de contar con alguno de los suyos entre los que sufrieron la dictadura de Hitler. Durante los años 1940 y 1945 los negros episodios de la historia de la humanidad no fueron ajenos a la vivencia de los almerienses, algunos de ellos niños, y se cumplen ahora, en abril, 68 años de la liberación de los presos en el campo de concentración de Mauthausen.
Los almerienses que tuvieron la desgracia de pasar por éste y otros campos de concentración repartidos por distintos países europeos -Mauthausen, Dachau, Buchenwald, Neuengamme, Sachesenhausen o Gusen-, por los llamados también campos de la muerte, están recogidos en una base de datos del Ministerio de Cultura. Una base cuyos contenidos están prácticamente extraídos del ‘Libro Memorial. Españoles deportados a los campos nazis, (1940-1945)’ y que revela, además, que un centenar de ellos regresaron con vida.
Muchos de ellos -republicanos todos- habían abandonado España en 1939 y contribuyeron con su esfuerzo defendiendo a Francia de la Alemania Nazi. Cuando Francia cayó, un importante número de hombres y mujeres acabaron en campos de concentración, prisioneros del III Reich.
Hay familias enteras que fueron deportadas, algunas tan señaladas como la familia Campos, de Berja, que no aparece recogida en los datos oficiales del Ministerio de Cultura; u otro virgitano, Francisco Manzano, que huyó a Francia, como otros tantos y a cuya familia se comunicó en el año 58 que había sido asesinado muchos años antes.
142 almerienses perdieron la vida solo en el campo de concentración de Mauthausen.
Las investigaciones que llevan a cabo historiadores y particulares que han dedicado buena parte de su vida a poner algo de luz en el horror de aquellos años, siguen aportando cifras y nombres para la lista de deportados almerienses. El tesón y el trabajo del fundador del Centro Virgitano de Estudios Históricos, José Sedano, entre otros, siguen aportando datos y llevando a algunas familias al menos un poco de información sobre qué fue de sus abuelos o padres en tan oscuros tiempos.
Juan Camacho, Antonio Campos, Muñoz Zamora y Francisco Manzano
La lista es larga; sin embargo, sus historias, cada una con sus particulares matices, tienen en común haber sido presos de la dictadura nazi. Las historias del gadorense Juan Camacho, del almeriense Antonio Muñoz Zamora, o de los virgitanos Antonio Campos y Francisco Manzano, han servido para acercar la Segunda Guerra Mundial y el holocausto a esta provincia, para hacer conscientes a todos de acontecimientos históricos ni tan alejados en el tiempo ni tan distantes geográficamente hablando.
De Juan Camacho Ferrer se sabe que derribó el águila del campo de concentración de Mauthausen. Falleció a los 90 años en agosto de 2009 en Montevideo (Uruguay) y fue un infatigable antifascista que luchó en Francia y sobrevivió a los campos de exterminio. Relató su horrible vivencia como prisionero de guerra.
Como él, Antonio Muñoz Zamora, que falleció en 2003, y que pasó toda su vida luchando por la libertad; Antonio Campos, que murió en 1941 en el campo de exterminio de Gusen (Austria), al que fue trasladado desde Francia, y que fue fundador del comité local del PSOE de Berja en los años 30; y Francisco Manzano, que huyó a Francia donde fue apresado y entregado a los alemanes, que lo asesinaron, como supo su familia en el año 58. Son los nombres y apellidos de algunos de los 250 deportados almerienses y gracias a cuyas historias Almería ha podido recuperar parte de su memoria.
Por desgracia, fueron pocos los supervivientes y los que se conocían han ido muriendo. Tras de sí han dejado familias, historias, documentos, fotografías y recuerdos de una etapa