“La noticia ha corrido como la pólvora y el teléfono no para”. Eduardo Rodríguez hace este balance del día de ayer, el mismo en que este periódico dio a conocer la iniciativa que puso en marcha hace un mes en su Carnicería La Vecina, ubicada en la calle Guadarrama de la capital. Consiste en aplicar descuentos sobre el precio de algunos de productos básicos a las personas que están en situación de desempleo.

La idea, que partió de su hijo de doce años, ha sorprendido a compradores y comerciantes hasta el punto de que ayer recibió numerosas llamadas desde establecimientos interesados de distintas zonas de la ciudad. “Se han puesto en contacto conmigo, por ejemplo, desde una carnicería del mercado del barrio de Los Ángeles y también de una peluquería de Nueva Andalucía”, explica. A estos negocios hay que sumar otros como una frutería y una cafetería, que está planteando poner el café a 90 céntimos, en lugar de a 1,10, a aquellas personas que están en paro.

“Ahora lo difícil es ponernos de acuerdo y establecer un criterio unánime”, indica Julio Martín, presidente de la Asociación de Comerciantes de Nueva Andalucía, que aglutina a un centenar de establecimientos.

Aunar esfuerzos
Desde este colectivo han recibido la idea con gran optimismo. “Nos parece una propuesta muy buena en un momento en el que hay muchas personas que lo están pasando mal. Nosotros ofrecemos nuestra plataforma para reunirnos. Ya le he dicho al gerente que se ponga en contacto con Eduardo. Somos muchos comercios, algunos quieren sumarse o podemos plantear una acción conjunta. Lo importante en estos casos es aunar esfuerzos, sobre todo si se quiere pedir ayuda a cualquier administración”, manifiesta Martín en declaraciones a LA VOZ.

Precisamente para aunar esfuerzos, la Asociación de Vecinos de Nueva Andalucía ha prestado su apoyo a la Carnicería La Vecina, de modo que ha dado luz verde a Eduardo Rodríguez para buscar a otros negocios que quieran unirse a la iniciativa. “Yo me estoy encargando de salir a buscar apoyos para hacer publicidad de todos los establecimientos participantes”, añade Rodríguez.

Ahí entra en juego el Ayuntamiento de la capital, al que la Asociación de Vecinos de Nueva Andalucía le quiere solicitar colaboración para elaborar folletos informativos. “En los próximos días nos vamos a reunir con un concejal”, asegura el presidente del colectivo, Antonio Cano.

Aunque reducir el margen de beneficio a priori puede resultar contraproducente para la economía de los comerciantes, Eduardo Rodríguez considera que, si se corre la voz, también pueden llegar a lucrarse. De esta forma se cumpliría el doble objetivo de ayudar a las familias más desfavorecidas y estimular el pequeño comercio.

Historias difíciles al otro lado del mostrador
María es auxiliar administrativo, tiene veinte años y lleva uno en el paro. Se enteró de los descuentos para desempleados de la Carnicería La Vecina en la iglesia, con la que también colabora este establecimiento a través de Cáritas. “Conocí este sitio una vez que vine con un vale de ayuda de la iglesia. Vi que había buenos precios y que a los parados nos hacen descuentos. Esa ayuda luego se nota a la hora de poder comprar otras cosas. Nunca he visto nada igual”, explica la joven, que ya se ha convertido en una clienta habitual. Desde el otro lado del mostrador de la carnicería se oyen historias difíciles, como la de una pareja que invirtió sus últimos diez euros del mes hace ya una semana.