Son las nueve de la mañana de un jueves de marzo. Ocho mujeres embarazadas, algunas acompañadas por sus parejas, se visten con bata y calzas para entrar en paritorios. No están de parto pero quieren conocer dónde se desarrollará uno de los momentos más importantes de sus vidas. El matrón Manolo Borrego les sirve de ‘cicerone’ y también les resuelve dudas.

Las visitas a paritorios comenzaronen Torrecárdenas hace ya más de dos años y con ellas, los profesionales sanitarios no sólo acercan las infraestructuras hospitalarias a los usuarios, sino que también anuncian a quienes van a pasar por un parto qué pasos darán. Cuanta más información tienen las usuarias, se logra más agilidad en los trámites y también en el proceso del parto.

Sala de monitores, sala de dilatación, paritorio y otra vez sala de dilatación, donde el bebé ya se engancha al pecho de la madre si ésta opta por la lactancia materna. Anestesia local, parto natural, pelotas para ayudar a dilatar e incluso sillas para dar a luz de cuclillas o, por lo menos, para paliar los dolores de la dilatación. Son sólo algunas de las propuestas de Torrecárdenas a las mujeres embarazadas. Todas conocieron durante la visita las estancias de paritorios y las posibilidades.

Algunas, como María Matilla ya son madres y visitaron paritorios para “refrescar” lo conocido. Otras, como Raquel Berruezo, son primerizas. Sanitaria de profesión, esta almeriense es conocedora de muchas cosas, pero el jueves en paritorios es día para resolver dudas y también ‘madurar’ qué tipo de parto se quiere.