El nuevo ministro de Agricultura español, el liberal Miguel Arias Cañete, defendía ayer en Bruselas medidas antiliberales y de corte tradicionalmente socialista como la regulación de mercados y la intervención de los mismos. De hecho, ambos conceptos, “regular” e “intervenir”, son los que habitualmente rastrea el Tribunal de la Competencia a la hora de multar a aquellas organizaciones que no respetan las reglas de la libre competencia.

Sin embargo, el discurso de Cañete hay que entenderlo en el contexto de la actual crisis de precios agrícolas, que asola a todos los subsectores del campo y no solo en España, sino también en el resto de la UE. Y sus palabras también están adheridas a una corriente de pensamiento, cada vez más extendida y que defienden varios países euromediterráneos, que abogan por cambiar las reglas de la competencia y luchar por precios justos para los agricultores. La idea es no vender por debajo de los costes.

“España lo que reclama es un sistema de regulación de mercado basado en la intervención y el almacenamiento privado, pero eficiente, sencillo, ágil, rápido y objetivo”, añadió.

Arias Cañete participó ayer en el Consejo Europeo de Ministros de Agricultura y Pesca, donde dijo que el Gobierno español defiende una postura, consensuada con las Comunidades Autónomas, para que “la intervención se extienda a todos los productos, que no haya discriminación entre productores, y que los precios desencadenantes estén fijados con notable objetividad. Y lo mismo ocurre con el almacenamiento privado”.

Marruecos, al último párrafo

El comunicado oficial emitido ayer por el Ministerio fue el primero desde que Cañete ostenta el cargo, de los referidos a temas europeos, que menciona el problema del nuevo acuerdo agrícola entre la Unión Europea y Marruecos. Sin embargo, dicho comunicado deja esta cuestión para el párrafo final y antes se refiere a otras cuestiones como remolacha, viñedos o cuota láctea.

El Ministerio habla primero del acuerdo de pesca (una vez más) y después al agrícola se refiere en estos términos: “Es claramente desequilibrado para España”.