Este puñetero Atleti
Hace hoy dos meses que un nuevo personaje se incorporó a la cosa familiar: Mi sobrino Míkel. Al dia siguiente de nacer, Miguel Angel, su orgulloso padre, lo hizo socio del Atleti.
El Atleti es un sentimiento. Desde muy pequeño, cuando la tele era en blanco y negro, un día vi a los jugadores del Atleti retirarse al vestuario llorando. Acababan de perder por un inexistente penalti contra el otro equipo de Madrid. Desde ese día, soy del Atleti. Cuando tuve 15 años, la primera vez que iba a Madrid, fui a ver a mi Atleti. Después, cientos de veces lo he sufrido en directo, incluyendo la peregrinación por campos como el del Elche, Albacete... cuando estábamos en 2ª. Antes de eso y con los 30 cumplidos, una gélida noche en el Calderón ví como perdiendo 0-3 contra el Barça, el campo en pié no paraba de corear “Atleti, Atleti...”, hasta pasados 10 minutos del final del partido. En otros campos, a escasos 4 ó 5 kilómetros del Manzanares, si en el minuto 20 van 0-0, comienzan a pitar. Otro sentimiento. Frente al pijerío, el dinero, el poder..., se alza gente normal, gente secularmente emparentada con el desastre y la derrota, como la vida misma; gente que ha conocido pocos días de gloria. ¡Qué manera de sufrir!
Hace más de 20 años que no he visto en televisión ni un solo partido de nuestro enemigo. Gracias a las tecnologías, lo he visto en diferido si es contra nosotros y si les hemos ganado (cosa cada vez más habitual). Tampoco lo veré hoy. Son ya demasiados años de sufrimiento. Demasiada tralla para el corazón. Tras ganar en la ida al Bayer, un futbolista que debe de sentir mucho los colores ( sobre todo el color del dinero) y que pasó por el Liverpool, jugó en la Castellana y ahora en Múnich dijo: “ Todos los atléticos se ven ya en Milán y no saben que aún tienen que venir a Múnich ” . Ni un solo atlético pensaba aquella noche del Calderón en Milán. Todos, en los 4 ó 5 goles que nos podían caer en la vuelta, en Múnich. Solo un desalmado, un insensato, que no sepa lo que es el Atlético y menos aún lo que siente un atlético puede decir semejante majadería.
Es cierto que, para nosotros, el camino hasta aquí ha sido agotador; nunca ha existido el camino fácil o marrullero para el Atleti (PSV, Barça, Bayer). También lo es que los otros, hasta llegar aquí, han jugado una serie de partidos más propios de solteros contra casados y por tanto, llegan descansados. Decía un referente nuestro: “ No creo en la suerte. Sí, en la mala suerte”.
El Sabio de Hortaleza estará feliz, aunque nos echen a alguno, descuenten hasta que empaten. Yo también creo en la mala suerte. Y si ganamos, va por Mikel.