Impuestos
El presidente del Gobierno en funciones dice que es bueno bajar los impuestos en tiempo de elecciones ¡Toma, pagar menos al erario público gusta a cualquiera! El problema es si la situación del país aconseja concederse esas alegrías en este preciso momento.
Los titulares de los principales periódicos tienen hoy un sesgo dramático: La deuda pública supera el lOO% del PIB por primera vez en más de un siglo. El Gobierno que salga elegido, sea cual sea, tiene que desembolsas 8.OOO millones, un ajuste exigido por la Comisión Europea. No sabemos si habrá multa por incumplimiento del déficit pese a la buena voluntad europea.
Aquí parece que estuviéramos siempre de elecciones. Hay como dos Españas también aquí, y no me refiero a las que salieron de las guerra civil, de imborrable memoria, sino a la que paga sus impuestos normalmente y la que se ríe de Hacienda aprovechando el acceso a los papeles de Panamá o los de cualquier otro paraíso fiscal. No podemos olvidar que aquí el ministro Montoro tuvo a bien decretar la amnistía para recoger toda la pasta sin padre ni madre falsamente patriótica que se había esfumado allende nuestras fronteras. Su éxito recaudatorio fue muy relativo. Los del dinero adivinaron que Hacienda quería cogerlos con lazo, como a los conejos, y aún se escondieron más entre un indescifrable mundo societario.
Pero a lo que iba. Me pregunto por qué querrá el PP bajar los impuestos en esta coyuntura. Para los estrategas electoralistas de Génova el asunto no ofrece ninguna duda. Hay que ganar las elecciones . Primero de todo el mantenimiento del poder. Ya habrá tiempo de torear a la opnión pública acerca s de la conveniencia de subirlos. El Gobierno lo que quiere es estar ya instalado de nuevo en la Moncloa.
Contrasta con esta política la noticia que ofrece hoy Jordi Sevilla, miembro de la ejecutiva en la sombra del Partido Socialista Obrero Español. Los socialistas crearán un impuesto para poder pagar las pensiones porque el actual sistema de protección está en riesgo en el futuro. El desfase del sistema de pensiones, dicen, es uno de los motivos por los que España incumplió durante el año 2015 los objetivos marcados del déficit público.