Hace algunos años un intento parecido surgió de la mano de Martín Soler y ya no era el primero. Te acuerdas, Martín. Hotel Almería, hoy cerrado, como algunas carreras de los políticos de entonces. Reunión de las fuerzas vivas de Almería en sus salones. Estaban casi todos, como ahora. Incluso creo que algunos se repiten. Había que pensar, idear y crear la Almería del futuro. Seis días en la prensa para gloria tuya y ganancia de los creativos publicitarios que pusieron en marcha la movida y, si te he visto ya casi no me acuerdo. ¿Qué fue, Martín, de aquel consejo de “superalmerienses” puesto en marcha? ¿Quién se acuerda de aquella movida? Te sirvió, evidentemente lo hizo. Te convertiste en el político almeriense con más poder en los gobiernos de tu partido en Sevilla. Al final tu carrera no acabó bien, pero nadie puede echarte la culpa, se aliaron otras circunstancias en el entorno socialista sevillano que entre otros pagaste tú. Pero aquella campaña, aquellas fotos con los “superalmerienses” y tu trabajo político en los bajos-centros-altos del poder te auparon a las alturas sevillanas y andaluzas. Alguien le debe estar comiendo el coco a Luis, como en su día te lo comieron a ti. ¿Sabrá aprovechar el tirón, como hiciste tú? De entrada los tuyos le están poniendo la zancadilla. A ti no te la pusieron, reconócelo. Acaba de decir el PSOE municipal que es una operación electoral. No hace falta ser muy listo para darse cuenta de ello. Igualico, igualico que cuando lo hiciste tú. Igual son los mismos, o el mismo, el que le está comiendo el coco. Y como han pasado algunos años, qué viejos nos hacemos Martín, por lo menos en experiencia, se repiten las mismas iniciativas. Se le cambia el nombre, ahora es un consejo social, pero en el fondo es lo mismo, una foto de Luis con los “superalmerienses” de hoy y la promesa de que se va a trabajar conjuntamente en la búsqueda de una Almería mejor. ¡Por Almería! Y a tomar una caña que paga el contribuyente, esperar alguna subvención o licencia que se le pueda sacar al candidato por la colaboración de participar. En unos años, si andamos por aquí, Martín, seguro que recordaremos esta y otras jugadas que volverán. Es el sino de los viejos, ver como los políticos y asesores repiten las historias.