Me han cogido en fuera de juego los roqueteros de Izquierda Unida, lo reconozco. No tenía ni zorra idea del problema que nos plantean, y que parece grave. Por lo visto en Andalucía la seguridad jurídica se la pasan los políticos por las partes blandas que esconden sus pantalones. Y claro, así nos va a los pobres ciudadanos. Lo que no aclaran los ya casi abducidos por Podemos es qué terrenos de la variante están sin seguridad jurídica: Los construidos o los que están por construir y sin expropiar. Sería grave que un juez dijera mañana que hay que derribar la parte construida de la variante porque los terrenos sobre los que se han construido no son del ayuntamiento, tampoco de la Junta, y que han sido en terrenos de unos particulares. Menudo golpe sería don Gabriel. No se me ponga malo señor Amat, no se llegará a eso, claro que no, no creo que haya juez que así lo decida, puede estar tranquilo. Si fuera o fuese una casa de unos británicos comprada de buena fe, de las diecisiete mil que han nacido sobre el suelo almeriense, sí que se derriba. Ahí los jueces son inflexibles y aplican la ley con todo rigor, como no puede ser de otra manera en un país que se precie de su judicatura.  No estaría de más que alguien con conocimiento de causa ¿hay alguien por ahí? nos explicara lo de la inseguridad jurídica de los terrenos de la variante de Roquetas y sus posibles repercusiones futuras. Es que lo que nos cuentan desde Iu nos parece de chiste y malo. Y no sé si los humoristas son los denunciantes de Iu, los peperos del ayuntamiento o los socialistas de la junta. La historia nos la cuenta el gran Paco Calavera sobre un escenario y nos partimos, la hacen los políticos y se nos ponen los pelos como escarpias. Pero ¿en qué manos estamos, dios mío? Rosalía Martín no quiere que Almería se quede siendo una esquina en Andalucía, España y Europa. Bien por Rosalía, bien. Paisana lo tenemos fácil. Nos juntamos una mañana toicos los almerienses, que no sea lunes que andamos cansados del finde, tampoco domingo que la noche del sábado es dura, un jueves está bien. Vale. Un esfuerzo entre tos y doblamos el mapa. Ojo, hay que elegir muy bien el doblao que le demos al mapa no sea que nos juntemos con quien no nos guste, acabemos peor de lo que estamos (que ya es difícil) y sigamos siendo esquina.