Si una de las claves del éxito es la creación de oportunidades, parece claro que el trabajo que desde hace tiempo se ha venido desarrollando para conseguir devolver a Almería al primer plano de la industria cinematográfica está dando sus frutos. No es necesario enumerar ahora el reciente paso de producciones internacionales de gran importancia, la celebración de nuevas pruebas de selección de figurantes, la vuelta de la construcción de escenarios, la presencia de actores de fama mundial o del éxito que están teniendo algunas películas rodadas en Almería. Todos somos conscientes de este repunte y como es natural nos alegramos por ello. Lo que quiero decir es que Almería no supo procesar, encauzar y atraer bien hace años el descubrimiento de nuestra luz y nuestros paisajes para numerosísimas producciones cinematográficas de todo tipo y que ahora tenemos en nuestra mano la oportunidad de hacer de nuestro valor natural un valor añadido y real a la economía almeriense. Hacer bien las cosas, como se están haciendo ahora, es el primer paso para que progresivamente seamos reclamo de profesionalidad, solvencia y seriedad a la hora de ambientar o realizar aquí cualquier tipo de películas. Para ello es importante que seamos conscientes de que, aunque los modos y las necesidades de la industria del cine no son ya la de los años sesenta, en Almería seguimos teniendo intacto el potencial de nuestros escenarios naturales. En el Ayuntamiento y en la Diputación estamos apostando, desde el rigor y la profesionalidad, por hacer del “Almería Tierra de Cine” algo más que un lema publicitario. Para nosotros, el cine es empleo, es cultura y también es promoción. La sinergia que genera el impacto del cine debe ser aprovechada con inteligencia, como estamos haciendo, y no con alardes y derroches tan improductivos como insostenibles, como vivimos hace unos años cuando la Diputación cayó en el gobierno de profesionales del descontrol que ahora, cuando las cosas se hacen bien, demuestran desde la oposición su frustración negándose a participar en los actos de promoción de Almería a través del cine o censurando que se invite a grandes estrellas del cine y su consiguiente repercusión mundial en cuanto a la proyección de Almería. Menudo papelón.