La Voz de Almeria

Opinión

Bañarse en Albox

“En julio hacía en el pueblo un calor insoportable, el sol caía a plomo y nos dejaba sin fuerzas”

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Leo en el periódico que la piscina cubierta de Albox se abre al público de forma gratuita. Para comprender bien lo que esto significa, voy a recordar mi experiencia cuando tenía quince años. Creo que la situación no ha cambiado mucho desde entonces.


En pleno mes de julio hacía en el pueblo un calor insoportable, el sol caía a plomo y nos dejaba sin fuerzas. Entonces comenzaba para nosotros un itinerario repetido con frecuencia.


Dicho itinerario empezaba en la balsa de Ezequiel Navarrete, la que había visto llena de agua cuando salieron las ramblas en el año  1948. Habían transcurrido cuatro desde entonces y la abundancia de agua estaba desaparecida.


Viendo la balsa vacía, iba a la del Palermo. Me asomaba lentamente con la esperanza de que tuviera alguna, pero también, como la anterior, se encontraba seca. A continuación me dirigía a la conocida como balsa del Bollo, que siempre tenía agua. A veces, me llegaba  el nivel a los tobillos y, en ocasiones, hasta la media pierna, pero no podía salir de un círculo de dos metros de diámetro si no quería verme metido en el cieno.


De allí,  me dirigía a la balsa Demetrio, que tenía agua pero no subía por encima de las rodillas.


Ya estaba a kilómetro y medio del pueblo. A veces, llegaba a la balsa de Magdalena, que, tras un breve período de abundancia, volvía a su aridez habitual. También fui a la balsa de la Esperanza, situada por debajo del puente de cinco ojos.


Por encima del pueblo estaban la balsa de Santiago, la de San Roque y la del Pleito, aunque esta ruta no la utilizaba habitualmente en mi recorrido.


En alguna de ellas el cortijero no quería que la gente se bañara en su propiedad, y tenía la costumbre de tirar la ropa de los bañistas al agua como método de disuasión para evitar baños indeseados. Nuestra situación era calamitosa.


Por todo esto que he relatado, cuando ahora veo la facilidad que encuentran los niños y jóvenes para bañarse en verano en el municipio de Albox, me cuesta creerlo.  ¡Menuda suerte tienen! Los felicito y deseo que pronto salgan de allí como campeones de natación en todas las modalidades.


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