Llevo oyendo su disco Lux desde el viernes. No me canso porque es denso, rico en matices, en sonidos, arreglos, en letras, en interpretaciones conceptuales...es divertido y emocionante. Ha pasado con 10/10 la prueba de mi gusto, el mío.

Creo que independientemente de que guste más o menos, todos los amantes de la música deberíamos alegrarnos de que 12 canciones de Lux estén entre las 50 más oídas a nivel mundial. Y que la española Rosalía esté pisándole los talones a Taylor Swift y Band Bunny.

¿Porque debemos felicitarnos? Porque esta catalana genial y trabajadora ha roto los esquemas de todos, empezando por sus seguidores fieles (entre los que no me encuentro). Rosalía se ha pasado por ahí los algoritmos, la previsión digital y comercial y ha hecho lo mismo que han hecho otros genios de la música pop que nos encantan: dar una tremenda cambiada, salir por donde nadie esperaba, no complacer a los que le llenan el bolsillo. Podía haberse estrellado, porque este disco tiene muy poco que ver con el 'Saoko Mami saoco' ni con el trap gutural mainstream, con el que triunfó en anteriores trabajos.

Si algo sabemos con tristeza los que tratamos a diario con adolescentes, es de la mala suerte que han tenido en nacer en esta época musical estrecha, adocenada, donde lo que triunfa se repite y asfixia todo lo demás. Cuando un profesor ve a un chico con una camiseta de Pink Floyd o de los Ramones se le ilumina la cara como si estuviera viviendo una aparición mariana.

Lo mismo que ahora Rosalía, hicieron antes mis -estos sí- idolatrados Beatles. Cuando todo el mundo esperaba que siguieran con el 'I want to hold your hand' aparecieron con un sitar, con letras más profundas, añadiendo cuerdas a una melodía, loops, cintas del revés y efectos de sonido varios. Primero 'Rubber soul', y luego 'Revolver'...Y cuando ya estaban en la cima del sonido barroco de estudio, salieron con el sonido garajero del llamado álbum Blanco.

Aqui no se trata de competir, de ver quién es más sensible o listo. Somos mayorcitos, cada uno tendrá lo que quiera o busque y así es la vida de cada cual. Pero advierto de que los prejuicios son muy cucos y pillines, nuestra mente los necesita como un recurso fácil, tanto en la vida, como en la música, que es parte de la vida.

Este giro valiente, arriesgando a estrellarse, solo lo hacen los grandes: Dylan, Beatles, Brian Wilson, Radiohead, Bowie...y eso, en su terreno, es lo que ha hecho Rosalía con Lux.

Por ello, me felicito por Lux. Y sigo disfrutando de esta maravilla que ha hecho Rosalía y su equipo.