El vuelo a Sevilla puede acabar en las aguas del Guadalquivir
Aquí hay un mentiroso. Alguien nos está engañando. ¿Quién no dice la verdad? ¿Quién es más embustero? Dios los cría y para desgracia nuestra ellos se juntan. Desde los tiempos en que siendo presidente de la Diputación Antonio Maresca se apoyó económicamente el vuelo a Sevilla, no hemos ganado los almerienses para pagar los billetes y los disgustos. Era una sangría. El vuelo casi vacío todos los días. Ahora la cosa había mejorado algo, la mitad del avión ocupada. ¿A quién le pagamos el vuelo a Sevilla? Pues me cuentan que a cuatro empresarios, tres funcionarios de la Junta y unos cuantos políticos. Casi tres millones de euros de subvención. Y los políticos se unen, van en coche y se ahorran unas perrillas de las dietas. Que ellos también están en crisis. Les han bajado mucho el sueldo.
¿A qué viene la discusión, las mentiras y los mentirosos? Es lo que nos gustaría saber. El PSOE dice que es Fomento el culpable de que se puedan perder los vuelos, el PP que es la Junta la que los pone en peligro. ¿No estarán entre uno y otro intentando que desaparezca el vuelo, pero nadie quiere aparecer como el culpable?
Que se sepa es la Junta la que aporta los más de quinientos millones de pesetas, no veo el más mínimo interés de Madrid por retirar el vuelo, o no debería pues no los paga. ¿No será que la Junta quiere hacer algún cambio para rebajar la subvención y no quiere reconocerlo? Por ahí pueden andar los tiros, ¿verdad señora consejera? Lo evidente es que tenemos un embustero en casa. O miente la consejera de IU, Elena Cortés, o lo hace Carmen Crespo. Las dos no pueden estar diciendo la verdad, toda la verdad o nada más que la verdad. ¿Y si nos están contando una verdad a medias o una mentira marcada con la media verdad? De nuestros políticos nos lo podemos esperar todo.
¿Seguirán los vuelos a Sevilla a partir del 15 de enero? ¿Están cumpliendo estos un real servicio público? La segunda de las preguntas es la que se tiene que responder, si de verdad es un SP habrá que mantener los vuelos y se hará. En caso contrario, y el número de viajeros es la demostración, la Junta tendrá que ver y buscar una solución, y esa es la de bajar la frecuencia, pero claro, no se quiere reconocer el recorte.