Mientras que en el gobierno de la Junta de Andalucía PSOE e IU siguen enfrascados en una improductiva competición de ocurrencias y demagogias sectarias, que en nada evita o corrige que nuestra comunidad encabece las cifras del paro juvenil en toda la UE, el gobierno de la Nación trabaja con eficacia y perspectivas de futuro para crear empleo a los jóvenes. Así, hace unos días presidente Rajoy presentó un paquete de medidas destinadas a generar estrategias de emprendimiento y empleo joven. Un ambicioso proyecto destinado directamente a reducir el desempleo juvenil y aportar más calidad y estabilidad a los jóvenes que ya trabajan. La iniciativa presentada por el Ejecutivo incluye 15 medidas de choque y 85 medidas con efectos a medio-largo plazo que fomentan el emprendimiento y promueven la igualdad de oportunidades en el acceso al mercado laboral. Además, este plan está dotado de un presupuesto de casi 3.500 millones de euros, los que suponen un gran esfuerzo del Gobierno para garantizar un futuro estable para los jóvenes de nuestro país y evitar que tengan que buscar su oportunidad fuera de nuestras fronteras. Mientras tanto, tenemos que ver cómo las universidades andaluzas, entre ellas la almeriense, maquillan esta situación presentando la emigración de universitarios a otros países como una aventura amable y divertida, cuando en realidad no es más que la constatación del fracaso del modelo socialista de generación de empleo. El objetivo del PP con este Plan no es otro que permitir que cualquier joven con una idea de creación o emprendimiento pueda desarrollar su iniciativa en España, en la misma línea de apoyo a las PYMES tanto a nivel de impuestos como con las deudas y a cualquiera que sea capaz de generar riqueza y empleo en nuestro país. Lo que tampoco podemos perder de vista es que este conjunto de medidas obedecen a una realidad económica y social que es el resultado de ocho años de gestión socialista tan ineficaz como irresponsable y que motivó que el PP se encontrase en el Gobierno con un escenario insostenible y con unas presiones económicas brutales que han obligado a la adopción de medidas inmediatas para cambiar la dinámica de destrucción de empleo y desconfianza. El Gobierno, consciente de la importancia del proyecto, ha querido abrir su desarrollo a los agentes sociales y económicos, porque la creación de empleo para los jóvenes debe ser una prioridad que requiere un diálogo sereno y responsable emprendido desde la voluntad del acuerdo y la integración de propuestas. Mientras tanto, en la Junta de Andalucía PSOE e IU siguen articulando una política de deliberada asfixia económica a los ayuntamientos andaluces, por el simple hecho de que la mayoría están gobernados, por decisión libre y democrática de los andaluces, por el Partido Popular. Llevados de un sectarismo absolutamente irresponsable, acumulan impagos y alargan deudas con el objetivo de colapsar y asfixiar la gestión municipal de los alcaldes y alcaldesas del PP. Significativamente, los ocho alcaldes de capitales de provincia de Andalucía, todos del PP, hubieron de remitir hace unos días una carta al presidente Griñán recordándole que la Junta de Andalucía debe cerca de cuatrocientos millones de euros a los ayuntamientos andaluces.  Con ese dinero que Griñán y Valderas están negando a los ayuntamientos se podría ayudar en la creación de empleo en una comunidad que sigue encabezando las estadísticas del desempleo en la Unión Europea. Una vez más queda de manifiesto la distancia que Andalucía está cobrando con el resto de España, país cuya situación económica está mejorando ostensiblemente gracias a la estabilidad, la fuerza y la confianza que está proporcionando la gestión de Mariano Rajoy.