La aventura cotidiana de vivir
La aventura cotidiana de vivir
La vida es una aventura constante. Cada día se vive con ilusión del día siguiente, se tienen aspiraciones y se pasan los días pensando con ilusión qué nueva aventura nos va a ilusionar para el día siguiente, aunque lo normal es que el día siguiente no nos sorprenda con nada nuevo y nos mate la ilusión porque el día , como es normal, siga ausente de novedades, y vuelva a cambiarnos la ilusión de hoy para el día de mañana ,aunque la ilusión frustrada de hoy se venga a sustituir – como no!- por la ilusión , también frustrada, del mañana. Y asi vamos consumiendo los días nuevos con sus frustraciones y aumentando desilusiones. En realidad ,no nos faltan argumentos para sentirnos cada día más pesimistas. Parece ser que la vida nos va presentando el horizonte cada vez más difícil e inseguro. Y a los que nos sentimos cada vez más pesimistas no nos queda más consuelo que bañar nuestro espíritu con una fuerte dosis de optimismo y esa dosis se llama esperanza. Y arrullados con ese bagaje que llamamos esperanza no nos debe caber la menor duda de que todo ha de ir mejorando y podemos aspirar a que llegue la paz, y el hambre y el paro sean unas pesadillas que desaparezcan de nuestros pueblos. Situaciones más difíciles ha vivido la Humanidad y se han superado por los hombres con esperanza y amor al trabajo.
Por ello quisiera que estas pobres palabras mías sirvieran para animarnos a vivir con esperanza y amor al esfuerzo. Nuestra esperanza en el futuro nos ayudará a superar estos momentos difíciles y volver a ser un pueblo pacífico y activo que haya superado felizmente un paréntesis de dificultades que son normales en determinadas etapas históricas.