El Defensor del Pueblo interviene en Huércal
Hacer oposición a la oposición, este es el triste e incomprensible objetivo de algunos de nuestros gobernantes municipales, más entretenidos en menospreciar y obstruir la labor política de los demás que en atender de manera seria las labores inherentes al cargo que ostentan. Existen numerosos casos por toda la geografía nacional y Huércal de Almería lamentablemente no es una excepción.
Tras una larga instrucción de más de dos años , el Defensor de Pueblo Andaluz se ha visto en la obligación de formular una resolución ante el Ayuntamiento de Huércal de Almería por la que recomienda que “con la mayor brevedad posible” se proceda a “remover los obstáculos” que “dificulten o puedan impedir” la respuesta a las solicitudes de información efectuadas por los miembros de la Corporación así como a los ruegos y preguntas que formulen en los plenos ordinarios.
El Defensor del Pueblo considera que la manera “incompleta” en que en ocasiones el ayuntamiento contesta a los miembros de la oposición ha generado “importantes retrasos en el acceso a la información y documentación requeridas”. La Resolución, motivada por la petición efectuada por el Grupo de IU , y yo en su nombre como portavoz, ha sido la respuesta del Defensor del Pueblo a lo que se convirtió en la tónica habitual del equipo de gobierno al comienzo del mandato: la obstaculización permanente a nuestra labor fiscalizadora y de oposición en Huercal de Almería, así como el sistemático menosprecio a nuestro trabajo, obviando claramente la enorme pluralidad política existente en nuestro municipio.
Dicen que el tiempo al final da la razón a quien la tiene, y tanto en ésta como en otras cuestiones municipales el tiempo nos está dando la razón colocando cada cosa en su sitio evidenciando que una mentira no se convierte en verdad, ni aunque la repitas mil veces, ni aunque se tenga detrás un gabinete encargado de “vender “ públicamente la autocomplaciente publicidad de un equipo de gobierno cuyo principal mérito es “anunciar que va a anunciar”.
Ismael Torres heredó la alcaldía la misma noche de las elecciones por deserción del anterior alcalde y candidato del PP de Huércal de Almeria, Juan José Lopez de las Heras, tras perder dos concejales. El alcalde gobierna sustentado y apoyado por dos grupos “independientes”: el GRINP y Vecinos de Huércal y digirió muy mal el regreso de IU al consistorio de Huércal de Almería que tras cuatro años de ausencia lograba obtener de nuevo representación. Desde entonces, Torres no ha dudado en convertir a nuestra formación y concejales en blanco de su ataque durante todo el mandato municipal, aunque para ello se haya tenido que sustentar en mentiras y falsedades, lo que evidencia un bajo perfil político y un autentico déficit democrático, algo muy preocupante para alguien que gobierna un municipio con una cuestionable legitimidad: sin haber sido candidato, sin ganar unas elecciones y sin ni siquiera poder votarse así mismo por no residir en el municipio que posteriormente ha acabado gobernando. Bien haría, al menos, en sembrar algo de consenso y dialogo.
Lo cierto es que el Defensor del Pueblo Andaluz, institución creada para la protección de los derechos y las libertades, se ve obligado a instar al ayuntamiento a modificar su funcionamiento y la relación con los grupos de la oposición, especialmente en cuanto a la transparencia en la información, algo que debería avergonzar al equipo de gobierno huercaleño, que bien haría en darle a este asunto la seriedad e importancia que tiene. Los hechos y el tiempo decidirán.