Son muchas las voces que coinciden al señalar que lo que nos jugamos el próximo domingo es algo más que una cuestión de siglas, porcentajes o escaños. Lo que verdaderamente está en juego es el futuro de España. Todos sabemos lo que han significado para los españoles las erróneas políticas socialistas: desempleo, desconfianza y descrédito. Por lo tanto, no podemos resignarnos a seguir así ni un día más. Es el momento de un cambio necesario que requiere del esfuerzo común de todos. De los que siempre han votado al Partido Popular, de los que en alguna ocasión nos han depositado su confianza y, también, de los que nunca lo han hecho. Especialmente a este último grupo de ciudadanos quiero dirigirme para explicarles que, en la situación actual, votar al Partido Popular es algo más que una decisión política: es un acto de confianza en el futuro. Confianza para los cinco millones de personas -126.800 almerienses entre ellos- que han perdido su empleo en estos últimos años. Confianza para ese más de medio millón de familias que tienen a todos sus miembros sin trabajo. Confianza para los agricultores, para los empresarios y para los autónomos que están atravesando tantas dificultades. Confianza para todos los que estén dispuestos a arrimar el hombro y mirar hacia un horizonte de esfuerzo común. Justo lo contrario de lo que ha venido haciendo los gobiernos de Zapatero, Rubalcaba y Griñán. Los españoles seguimos siendo los mismos que hace unos años, cuando éramos el país europeo que, de la mano del Partido Popular, asombró a Europa creando más puestos de trabajo que ningún otro país y cumpliendo a rajatabla las condiciones de entrada en el Euro. Si lo hicimos una vez, estoy convencido de que podremos hacerlo de nuevo. Ese cambio, para el que son necesarias todas las manos, todas las voces y todas las ilusiones, va a comenzar a cobrar forma dentro de pocos días, cuando las urnas expresen el próximo domingo mi deseo y el deseo de la inmensa mayoría de españoles: un gobierno presidido por Mariano Rajoy en España y prólogo de un gobierno andaluz dirigido por Javier Arenas. Y es que la candidatura del PP no es una propuesta de peleas, ni de luchas ni enfrentamientos con nadie, como propugna el PSOE. Nosotros estamos llamando a los españoles a que se sumen al cambio sin confrontaciones ni estridencias, porque aquí la única pelea que vamos a tener es contra el paro, contra la desconfianza y contra la falta de ilusiones. Y es que en el PP no queremos ganar las elecciones en solitario. Queremos que un triunfo que sea común y compartido por todos los españoles, porque de esta crisis vamos a salir todos juntos, o no saldremos ninguno. Por eso quiero terminar dirigiéndome expresamente a los votantes del PSOE que se sienten decepcionados o engañados por un gobierno que, hay que recordarlo, se presentó a las últimas elecciones generales bajo el lema de "Por el pleno empleo". A todas esas personas quiero decirles que mantener el voto al PSOE es seguir avanzando hacia ningún lado. Por eso vuelvo al principio del artículo para decirles que en las elecciones del próximo domingo hay en juego algo más importante que las siglas o los porcentajes. Nos estamos jugando nuestro futuro y el de nuestros hijos. Por eso desde el PP queremos poner en marcha y desarrollar un proyecto de futuro y confianza que no va a ser sólo para el PP, sino para todos los españoles, con independencia de sus ideas o de sus preferencias. En ese proyecto, en ese cambio, no sobra nadie. Hay espacio para todos. Les invito a sumarse a ese cambio.