El mal estilo
El mal estilo
Lógicamente el PSOE se ha dado por ofendido y ha replicado por boca de sus portavoces más acreditados que la frase de Pons es una ofensa para casi once millones de españoles que votaron socialista en las pasadas elecciones. Pero esto no es hoy lo importante. Lo peor es el estilo. Rajoy prudentemente se rodea de ambigüedad para pasar lo más desapercibido posible por los grandes desfiladeros de la politica española ("mejor no tocar nada, no se vaya a estropear," ha dicho Felipe Gonzalez), y sin embargo deja el trabajo sucio en manos de otros a quienes no les importa dar muestras de su falta de experiencia. Llamar idiota a quien tiene una visión distinta del PP puede ofender a millones de hombres y mujeres libres que creen en la democracia pero sin estar afiliados a ningún partido político. Por este camino tiene muy poco que hacer la derecha que llaman civilizada. Parece que asustado por su propio atrevimiento, González Pons ha dado marcha atrás y ha intentado rectificar, pero el mal está hecho. La mala escuela del portavoz se ha puesto en evidencia. Si antes de ganar la elecciones ya se comportan con indisimulada chulería, es probable que el espectáculo bochornoso no haya hecho más que empezar. Pom, pom, pom. Si oyen ustedes ruidos en el trastero de casa no se asusten, son los mozos del transporte que bajan el viejo piano a la calle. Nada tengo contra los mozos de mudanzas, se ganan la vida decentemente, pero me parecería excesivo que porque llevan en volandas un instrumento musical cada cual de ellos se creyera un Rubistein o un Karajan. Esteban González Pons -pom, pom, de nuevo- acaba de proferir un exabrupto que le relaciona más con los mozos que con el ejercicio democrático de portavoz de un partido con grandes expectativas de gobernar España: "Los españoles tienen clarísimo que quieren un cambio porque no hay ningún español tan idiota que quiera la continuidad de lo que nos ha dado el PSOE durante este tiempo". Cuando decimos que la derecha da miedo a veces, no estamos bajo la influencia del topicazo, más de una y más de dos asoman la patita debajo de la puerta.