Esta tarde nos ha dejado para siempre el mítico Paquitico. No necesita presentación en la sociedad almeriense ya que lo ha sido todo en el mundo del fútbol y un buen empresario. Un libro de fútbol con sus batallas por los campos de Andalucía con su Hispania del alma y tantos clubes aficionados que lo ficharon para que luciera su calidad y su talento por los duros campos de tierra. Ha sido un hombre feliz que ha cultivado la amistad como el gran tesoro de su vida. Almería pierde a uno de los sabios del balón que hasta el último de sus días quiso rendirle tributo a Matías Pérez el gran impulsor del Hispania Frente de Juventudes con el que se ha reunido en el cielo.

Paquitico siempre fue un futbolista, ahora de 78 años. Toda su vida haciendo amigos y ayudando a los que le rodeaban con su sonrisa tan característica. Imposible no hablar de fútbol con él porque lo sabía todo y fue la llave maestra de la unión del fútbol de Almería. Juan Rojas depositó toda su confianza en sus habilidades y se hizo realidad el club que hoy tenemos. Sin Paquitico hoy el fútbol de nuestra ciudad no sería el mismo ya que supo aprovechar su don de gentes para poner de acuerdo a Poli y Almería tras una década de guerras sin sentido. Fue la mano derecha de Casuco en el Almería del regreso a LaLiga que todavía se mantiene vivo y en todo su esplendor.

El Hispania en su corazón

Paquitico dejó el fútbol profesional cuando le dio la gana. No era feliz en ese mundo mediático donde todo se multiplicaba y alcanzaba una enorme dimensión. Lo suyo eran las amistades eternas y cuando Juan Rojas y Santi (Santiago Martínez Cabrejas) lo llamaron hizo una obra maestra y punto en boca ya que jamás se jactó de su gran logro. El Paquitico fuera del mundo profesional era el bueno. Aquel que te hablaba de las batallas en los campos de tierra cuando había que salir por piernas y aquellos botellines de ‘El Azor’ con un bocadillo de sobrasada tras lo partidos. Hablar con él era viajar en el tiempo: su tiempo, su vida. Mi fútbol de toda la vida.

Aparece en todas las fotos del Hispania que conservo en mi colección y en cada una de ellas lleva su firma y su crónica añadida. Cuando hablaba del club de su vida se quitaba los años de encima y recordaba con una enorme precisión fechas, momentos, resultados, viajes, clasificación. Me contaba Paquitico la enorme labor de Matías Pérez ayudando a sus futbolistas a labrarse un provenir porque tenía mano en aquellos “gobiernos de Franco”, decía, y muchos salieron “hombres de provecho”, que comentaba con esa ‘guasa’ tan almeriense que le acompañaba en cada reunión de amigos. El Hispania se ha visto reforzado en el cielo.

El mejor servicio a su tierra

Almería tiene que saber que mucho más que ser la mano derecha de Casuco y el mejor team manager que pudo tener el club de sus amores donde hizo de todo en ellos tiempos de Blanes y Rogelio Hidalgo, lo que se ha llevado a la tumba han sido aquellas reuniones interminables poniendo de acuerdo a dos clubes de su ciudad. No era tarea fácil la que le encargaron sus compañeros de fatigas: Rojas y Santi. Fue el artífice de la Unión Deportiva Almería porque iba de mesa en mesa, de dirigente en dirigente sumando por su tierra. Puso a los Poli el pantalón blanco y bajó del pedestal a un Ceefe más rico que acabó estrechando la mano de igual a igual.

No hubo ni vencedores ni vencidos y si aparece en la foto para la historia fue por expreso deseo del alcalde de su ciudad. Juan Rojas supo dar en la diana cuando apostaba por Paquitico para que uniera nuestro fútbol y se entregó en cuerpo y alma. Con su sonrisa burlona y dando palos y vaselina según el momento, aquello salía adelante y pocos conocen la entrega de un señor del fútbol y una bella persona en el que todos confiaron porque iba de frente con la verdad por delante. No quería salir en la foto pero por expreso deseo del alcalde de la ciudad posaba para la historia con los documentos de la Unión Deportiva Almería en la mano.

El imán de las viejas glorias

Donde era una persona feliz fue cuando quiso recordar a su presidente y maestro de fútbol. Matías Pérez del que decía fue mucho más que un presidente y no estaba reconocido en esta ciudad. Montó un Memorial que cada año reunía a las viejas glorias actuando de imán porque una llamada de Paquitico era la mejor de las convocatorias. Cada año iban faltando leyendas que se le iban al cielo pero “mientras yo viva esto no falla”. La última edición ha sido este mismo año y allí estaba rodeado de compañeros de alineación y siempre apuntando detalles para que al año siguiente no se pasara llamar a tal o cual que se le había pasado. “Todos a las órdenes de Paquitico como dice Joaqui”, otro mítico del Hispania: Joaquín Díez.

No paraba de mesa en mesa y al final ni comía porque era tanta la felicidad que le rodeaba que quería parar el tiempo y rememorar esa vida de la que nunca lograba desprenderse porque ganó mucho dinero como empresario pero el fútbol no le dio de comer y era lo que más valoraba de su vida. La última vez que hablamos me dijo que había estado “malillo” y me veía cruzar el puente camino del trabajo. Ayudó mucho a la prensa deportiva en su etapa en el Almería y cuando estaba haciendo la Unión Deportiva Almería jamás filtró detalle alguno porque Paquitico era un señor y se ha llevado a la tumba todo el proceso de la que ha sido la gran obra de su vida: la Unión Deportiva Almería.

Está en el Tanatorio Portocarrero donde va a ser velado. La misa será este sábado a las 18:30 en la capilla del tanatorio.