Desde las más crónicas antiguas, los seres humanos hemos creído en ese algo que nos mueve, nos une, y nos hace soñar, sentir, y creer en que la MAGIA es posible. Y a nuestra familia nos gustaba, y nos gusta pensar que había un ángel en la Tierra. Y ese ángel eras, eres y sigues siendo tú, mi querida Lulu. Te queríamos, te quisimos y te queremos demasiado como para dejar de pensar en ti todos los días de nuestra vida. Allá donde estés ahora, sé que nos sigues iluminando. Podía contarte una historia, la historia de cómo calaste en cada uno de nosotros. Tenemos fotos de esos recuerdos. Tenemos historias de arraigo individual y colectivo, de tu entrega en especial a tus sobrinos de Tarragona y de todos los que a ti se acercaban. Desde el momento en que cada uno de nosotros/as llegamos al mundo, tú sabías que tendrías a tu alrededor madre, hijas, hermanos/as sobrinos/as… que le hacías cómplices de algo. Con el tiempo, y casi sin que nadie de nuestra familia lo supiera, compartías tu historia que mezclabas con nuestros secretos. Eran de nuestros temas. Los que nosotros solo conocíamos. Esperanza De sueños, ilusiones… sobretodo de esperanza trata la gran historia de nuestras vidas. De compartir era tu vida con los que te rodeaban y a tu lado comprendimos el significado de la Nochebuena, cumpleaños, sobrevivir, lucha diaria… Allí, en esa casa de tu madre y abuela, que desde siempre, nos reunimos para celebrar acontecimientos en familia. Entre las muchas miradas que alguien podía encontrar, estaba la tuya. Tu sonrisa, tu forma de ser tan especial, tus ganas de vivir, tus ganas de comerte el mundo, de luchar por tus hijas , de querer un mundo de cuento para tus nietas, de querer ser rica, de comprar lo inimaginable. Siempre tú, en esas reuniones eras el centro, a veces, por no querer fregar los platos, o bien, por alguna discusión que siempre acababa en risa con hija o hermano Y siempre Tú, la que a veces llegaba tarde para hacerse notar y otras que venías del hospital, al que le dedicaste toda tu vida. Una mesa especial, donde todos hablábamos de ti, porque siempre acaparabas y mezclabas tu historia con la nuestra. Miradas cómplices. Tú y el resto de la que fuiste: hija madre, abuela, confidente, amiga… Una mujer, nuestra Lulu, que desde el inicio de nuestras vidas, has compartido muchas cosas y secretos que nadie sabe, solo tú y nosotros/as. Porque tú eras así, al que tenías enfrente lo hacías perfecto. De tus creencias trataba y sigue tratando nuestra gran historia, aquella que compartías. Y esa creencia se llama ·AMOR” lo que de ti siempre emanaba y repartías. Un día, como el “Día de los Santos”, donde se celebra el recuerdo de los tuyos que ya se fueron, el llevarte flores no es lo importante, lo importante será afianzar y solidificar lo que de ti siempre recibimos. Un ángel Tú para nosotros eras y eres nuestro ángel que desde el cielo, nos sigues ayudando….Pero este día llega… y te sentiremos sin hablar de ello, porque nos duele demasiado el que no estés, tu ausencia será lo que tendremos que superar, pero mi gran certeza absoluta,” Sé que estarás allí con nosotros, desde esos otros mundos” Lulu, te queremos.