Una boda de ensueño en Italia con mucho acento almeriense

Almería destaca en el enlace de Maria y Francesco, de Restaurante Buono, en una isla de cine

Francisco G. Luque
19:54 • 30 mar. 2024

En el golfo de Nápoles, bañada por el Tirreno, se encuentra Ischia. Esta preciosa isla volcánica italiana fue el pasado sábado 23 de marzo escenario de la boda de un conocido empresario hostelero en Almería capital. Este idílico lugar verde esmeralda enamoró a una veintena de invitados que partieron desde tierras almerienses y fueron recibidos con los brazos abiertos por los anfitriones en el Park Hotel Terme Mediterráneo, regentado por la familia de la novia en el municipio de Forio.



El matrimonio entre Francesco Caldarozzi, uno de los dueños del popular restaurante Buono, nacido en Abruzzo, y la isquitana Maria Di Meglio, que reside y trabaja también desde hace algunos años en Almería, fue una experiencia inolvidable para todos los asistentes, con numerosos guiños a la tierra que acoge actualmente a estos dos jóvenes cuyos familiares hicieron sentirse a los foráneos como si estuviesen en su propio hogar. No es de extrañar que el día del retorno, el lunes 25, se viese alguna que otra lágrima caer por la mejilla de los almerienses al partir en el ferry camino a Nápoles, desde donde cogieron el vuelo para regresar a tierras españolas tras días de mucha intensidad y emociones



Protagonismo almeriense



Los novios prepararon una semana perfecta para sus invitados. Los Di Meglio abrieron la puerta de su casa el miércoles noche para cenar junto a los primeros almerienses que llegaron a la isla, entre los que se encontraban los recién premiados como mejores fotógrafos de boda de Europa, Fran Leonardo y María Teresa, que inmortalizaron cada detalle de la celebración y de las actividades paralelas a esta gran cita. También estuvieron, entre otros, el cortador de jamón José Moreno, natural de Laujar de Andarax, y el emergente dj Óscar Gil, conocido por sus sesiones en Súper 8. Todos dejaron su huella profesional en una boda perfecta.  



El jueves se organizó, frente a la piscina exterior de aguas termales del hotel, una cena de recepción oficial. Se comió pizza y 'porchetta' mientras italianos y almerienses brindaban con vino y licores típicos isquitanos, como el de rúcula, creando lazos de unión en una noche que se alargó más de lo esperado, teniendo en cuenta que el viernes tocaba madrugar para ir a la visita guiada por Ischia, organizada por los novios para sus invitados.



Visita guiada y fiesta española



Pese a la resaca, tanto física como emocional, nadie faltó a la ruta. Con varios guías turísticos, se hicieron dos grupos (uno italiano y otro español) para conocer el imponente Castello Aragonese, una fortificación medieval situada en un islote con unas vistas espectaculares, y la Destillerie Aragonesi, donde los asistentes probaron distintos licores elaborados con productos naturales como higos o algarrobas. También se hizo una parada  para reponer fuerzas con un 'panino' de mortadela en el Panificio Boccia di D'Ambra Michele & Co, el horno más antiguo de la isla.



Por la noche se celebró la gran fiesta española, en la que no faltaron la decoración de farolillos y banderolas y los vinos de Tío Pepe. Moreno mostró su arte con el cuchillo, sirviendo platos de jamón y embutidos ibéricos El Veleta y 5J, junto con quesos manchegos y una paella mixta gigante elaborada por el propio cortador almeriense para 150 comensales. La música corrió a cargo de Óscar Gil y del famoso mandolinista italiano Francesco Mammola en una velada, a la que la novia fue con un vestido de la diseñadora almeriense Loreto Martínez, que finalizó con la tradicional serenata de Francesco junto a la ventana de la habitación de Maria, a la que le dedicó bonitas canciones italianas como 'Maruzzella', 'Tu sei l'unica donna per me' y 'O surdato nammurato'.


Y llegó el gran día

El sábado la isla amanecía con un sol casi veraniego y los invitados pusieron rumbo a la hermosa iglesia del Soccorso de Forio, engalanada para la ocasión. El novio llegó en una Vespa naranja de 1972, regalo de su abuelo, mientras que la novia, bellísima, lo hizo en un Beetle Cabriolet de 1970  acompañada por su padre, Salvatore. Tras la ceremonia, a las puertas del templo en el que se rodaron inolvidables tomas de la mítica película '¿Qué ocurrió entre mi padre y tu madre?' (1972), cuyo título original es 'Avanti!', se lanzó el arroz a los recién casados, el abrazo del novio con su nonna (abuela) conmovió a todo el mundo y se descorchó proseco antes de volver al Park Hotel Mediterráneo, un cuidado complejo de estilo mediterráneo rodeado de huertos y decenas de limoneros con vistas al mar.


El cóctel se hizo junto a las piscinas termales exteriores, con aperitivos de todo tipo elaborados por el chef Pasquale Palamaro, Estrella Michelín que puso en valor el tomate RAF de Almería y conquistó los paladares con platos como risotto al limón, una exquisita pasta rellena de pecorino y conejo y un pescado al horno sobre puré de patatas, aceite de oliva y espárragos verdes. Entre bocado y bocado, espectáculo musical de Mr. Music Italy, canciones napolitanas, discursos y bailes en un ambiente que endulzó aún más la riquísima tarta de limón y albahaca para dar paso a una noche de pura fiesta y alegría compartida.


Fue el broche de oro a una celebración en la que Francesco y Maria obsequiaron a sus invitados con unas acuarelas originales de Fabio Zapponi, inspiradas en bellos rincones de Isquia. Fue una velada de diez, en la que se hizo, en un entorno de película, una oda al amor verdadero, a la familia, a la amistad y al hermanamiento de Italia con Almería.


Guiños a El Zapillo y a la UD Almería en el Mar Tirreno

Los almerienses ‘conquistaron’ la preciosa isla de Ischia durante una semana. La veintena de invitados de Almería, entre los que se encontraban también el vicepresidente 2º de la Diputación, Fernando Giménez, y el director de la UNED, José Jesús Gázquez, dejaron durante su estancia curiosas estampas que llenaron de guiños hacia su tierra natal este bello rincón italiano del Mediterráneo. Matheus, un brasileño que estudió en Almería y que ahora trabaja en París, corrió una mañana 13 kilómetros con la elástica de la UD Almería por la isla para entrenar. Otra invitada, Anjelika, llevó en la visita al castillo una camiseta con el mensaje ‘Zapillo rules’ e Isabel Sánchez enseñó el arte del baile flamenco a varias invitadas italianas. 


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