“Desde que me acompaña un cáncer de colon, vivo solo el momento”

La enfermedad no ha logrado frenar las ganas de vivir ni la producción de Pedro Blanco Naveros

Pedro Blanco Naveros lee un ejemplar de su último libro sobre el universo.
Pedro Blanco Naveros lee un ejemplar de su último libro sobre el universo. La Voz
Marta Rodríguez
07:00 • 06 dic. 2020

El escritor Pedro Blanco Naveros (Huelva, 1946) tiene entre sus antepasados literarios a Carmen de Burgos. Su sed de conocimiento lo ha llevado a estudiar Psicología, Matemáticas, Física y Astronomía. Además, es militar de carrera, marinero pescador y flamencólogo. El cáncer no ha logrado frenar ni su vitalidad, ni su producción literaria.

¿Qué fue lo primero que pensó cuando le diagnosticaron un cáncer?
Entre abatirme y refugiarme en la tristeza y la desolación, o rebelarme y luchar para salir hacia delante, opté por la segunda alternativa. Lo más importante es la actitud, el carácter positivo y decidido a vencer la enfermedad.

¿Y la primera persona que le vino a la mente?

Pensé en mi mujer, Carlota, y en mi hija María, a las que hice saber la enfermedad que tenía. Nunca olvidaré las miradas de angustia, de dolor interno e intenso y de incredulidad de mis dos seres queridos. Me partieron el alma.

A pesar del mal pronóstico inicial, acaba de saber que lo pueden operar. ¿Cómo ha dado la vuelta a la situación?
El cáncer primario era de colon. Me extrajeron un carcinoma del tamaño de un melón que, a través de la corriente sanguínea, se extendió hacia otros órganos del cuerpo, lo que se conoce como metástasis.



Me dieron sesiones muy fuertes de quimioterapia, y el resultado ha sido fantástico: se ha reducido la metástasis, por lo que seré intervenido de nuevo para conseguir la curación. Esas han sido las claves de mi recuperación, junto con un personal sanitario fabuloso.

Es escritor y ocupa sus días elaborando un ensayo de autoayuda que llevará por título ‘Cómo se puede superar el cáncer con todo el tiempo del mundo’, pero lo último que tiene un enfermo de cáncer es tiempo. ¿Qué intenta expresar con esta paradoja?
Sí, he concluido un ensayo sobre el tiempo que verá pronto la luz. Cuando enfermas de cáncer, el tiempo se detiene, solo vives el instante. Podríamos incluso decir que el tiempo en sí mismo no existe.



Einstein, con sus teorías de la relatividad, acabó con el concepto de tiempo absoluto de Newton,  De acuerdo con Einstein, el tiempo es relativo y dependerá de las diferencias  de intensidad del campo gravitatorio en que se encuentre el observador: donde más intensidad habrá será en el suelo de la Tierra, lo más próximo posible al invisible espacio-tiempo, donde más tirará del tiempo del observador y, por tanto, donde más se ralentizará el mismo.



También dependerá de la velocidad a la que nos estemos moviendo. Al movernos, el tiempo se dilata y nuestra posición lo ralentiza según la altitud. Los almerienses, por vivir a la orilla del mar, vivimos más tiempo que los que viven en la montaña y los que más se mueven viven más que los sedentarios.



Por tanto, tengo todo el tiempo del mundo para curarme, mi tiempo es además relativo. Desde que me acompaña un cáncer de colon, vivo solo el momento.

¿Qué le diría a una persona que acaba de recibir el mismo diagnóstico que usted?
Que nunca se rinda, que adopte una actitud positiva hacia su enfermedad. El cáncer puede vencerse y, en último caso, cronificarse para que no avance.

¿El miedo a la muerte paraliza o sirve de acicate para empezar a moverse?
Nunca me paralizó el miedo ni la muerte, al contrario, mi ingenio se agudiza en dichos momentos.



¿Qué ayuda a Pedro Blanco Naveros a luchar cada día?
Cada día me ayuda a luchar la aurora, el mar, la Alcazaba, mi familia y mis amigos.

¿Y cuándo lo veremos de nuevo por el Paseo Marítimo de Almería?
Pronto estaré en mi Almería.

La enfermedad lo ha dejado sin promocionar su última obra, ‘El universo, su conciencia cuántica y tu cerebro’. Vea aquí una oportunidad para hacerlo. ¿Por qué lo tienen que leer los almerienses?
Es un libro de autoayuda, de resolución de problemas conductuales. Por ejemplo, el método que empleo para la eliminación de los tics nerviosos siempre me dio un magnífico resultado.



También investigo dónde se asienta la conciencia en el ser humano, cómo surge y cómo es posible que un ente inmaterial como lo es la conciencia interaccione con un ente material como lo es el cerebro. Sobre todo esto hablo en el libro, amén de otras muchas cosas interesantes.




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