La OCAL: matrícula en música, suspenso en logística y apoyos

El proyecto de la Orquesta Ciudad de Almería es único en Andalucía, pero se sostiene en un único apoyo, el del Ayuntamiento. El alto nivel de l

Último gran concierto de la OCAL, el de ‘Guerra y paz’ la pasada feria en las Almadrabillas.
Último gran concierto de la OCAL, el de ‘Guerra y paz’ la pasada feria en las Almadrabillas.
Marta Rodríguez
22:52 • 14 sept. 2016

La música tiene que sonar como en el teatro más importante de Viena. Con esta aspiración se fundó hace quince años la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL). Un grupo de melómanos se presentó con la propuesta en el despacho del entonces concejal de Cultura, Rafael Esteban, que aceptó impulsarla con una única condición: la nueva formación debía montar un concierto para esa Navidad. Estaban en el mes de octubre y en diciembre la OCAL afinó sus instrumentos por vez primera.




Corría 2001 y pocos supieron vislumbrar la envergadura que alcanzaría una iniciativa nacida de la ciudadanía que dio un impulso definitivo con la llegada de Michael Thomas, que en 2005 tomó la batuta como director titular y artístico. A día de hoy, el proyecto cultural y educativo de la OCAL -a la que en 2003 se le unió la Orquesta Joven (OJAL) y hace dos la Infantil (OIAL)- es pionero en Andalucía y aglutina a alrededor de 400 músicos de todas las edades. Los que aún no son profesionales -llegados de distintos puntos de la provincia- ven complementada la formación recibida en el Conservatorio. 




“La verdadera aportación del proyecto es acercar la música clásica a la sociedad, empezando por la base, los niños, y el público. Y, además, contribuir a que los músicos almerienses que quieran tener una formación de nivel lleguen al mundo profesional con más posibilidades de tener éxito no sólo aquí, sino fuera. Es decir, que salgan con la mejor preparación posible”, expresa el director de la OIAL y concertino de la OCAL, Salvador Esteve.




La importante función social y el alto nivel de los músicos de la OCAL (puesto de manifiesto a través de conciertos como el de ‘Guerra y paz’ la pasada feria) contrastan con que su actividad dependa en exclusiva de un único apoyo: los 100.000 euros que aporta el Ayuntamiento de la capital de forma anual. 




“Llevamos 15 años visitando los despachos de los delegados de Cultura de la Junta y no ha surtido efecto. Este año, gracias al parlamentario Pablo Venzal, nos reunimos con la consejera Rosa Aguilar, que dijo que iba a intentar incluir una pequeña partida para la OCAL en los presupuestos de 2017”, apunta Mercedes Oliver, de la directiva de la Asociación Amigos de la OCAL y junto a su marido, Paco García, uno de los grandes pilares del proyecto.




Hace unos meses, la concejal de Cultura, Ana Martínez Labella, hizo un llamamiento a empresas de Almería para que se convirtieran en mecenas de la iniciativa. De momento, poca cosa ha surgido. “Hay poca tradición de eso en Almería”, puntualiza Oliver.




Déficits
Las necesidades del proyecto de la Orquesta Ciudad de Almería son tan básicas como la falta de instrumentos. “El concierto de feria llevaba tal cantidad de instrumentos de percusión que tuvimos que alquilar casi todos”, explica Paco García. “El piano es otra importante carencia, hay muchos programas donde intervienen y podríamos fomentar la música de cámara”, apostilla Mercedes Oliver.




La sala de ensayos se encuentra en el Palacio de Exposiciones y Congresos de El Toyo. El problema es que cada vez que hay un congreso o una feria tienen que desaparecer de forma misteriosa. Ellos y todos sus materiales.


La escasez de personal es tal que la OCAL no dispone de una plantilla fija, sino que se contrata a los músicos en función de las necesidades del concierto. “El equipo humano es reducido. Musicalmente, siempre hemos visto que sería muy conveniente tener una plantilla de músicos contratados que hagan esa labor semanal y den una continuidad. Pero eso supone mucho dinero”, añaden.


A nivel de gestión, el proyecto sale adelante gracias al trabajo altruista de personas como Mercedes y Paco. “Para cada cosa tenemos que estar contratando servicios de carga y descarga, auxiliares administrativos. La orquesta necesita dar un paso y profesionalizarse en ese sentido. Ponerla en un escenario y que suene como en el mejor teatro de Viena conlleva muchas horas detrás”. 



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